_
_
_
_

Eanes, centro de atención política ante la nueva crisis portuguesa

Ahora que la crisis, latente en la coalición de centro-derecha desde la muerte de Francisco Sa Carneiro y la derrota del candidato conservador a la Presidencia de la República, ha colocado, una vez más, a Portugal frente a la necesidad de escoger una nueva orientación política, todas las miradas se vuelven, una vez más, hacia la Presidencia de la República.Los dirigentes de Alianza Democrática, y los socialdemócratas más que nadie, son conscientes de que, cualquiera que sea la solución encontrada para la crisis actual, Alianza Democrática no podrá nunca más volver a ser lo que fue en el intervalo de las elecciones generales de 1979-1980, bajo la presidencia incontestada de Sa Carneiro. Un sector del PSD, otro del CDS y el pequeño partido monárquico harán lo posible para mantener el proyecto inicial, pero no se entrevé cuál podrá ser el líder capaz de reunirlos de nuevo.

Más información
Pinto Balsemâo presentará hoy la dimisión de su Gobierno

No existe dentro del PSD una personalidad capaz de sustituir a Pinto Balsemâo, que, fue escogido en enero por el sistema de eliminación. Balsemâo no está dispuesto a intentar una nueva experiencia, que podría significar el ocaso definitivo de su carrera política, y muy pocos son los socialdemócratas dispuestos a confiar la presidencia del Gobierno y de Alianza Democrática al jefe del segundo partido de la coalición, Francisco Freitas do Amaral.

Dada la mayoría de que dispone Balsemáo en los órganos dirigentes del PSD, sus partidarios tendrán la última palabra acerca de la personalidad que se presente al consejo nacional de la coalición, el próximo sábado, para intentar la formación del futuro Gobierno. Sin una capitulación incondicional -ahora poco probable- de sus adversarios, Balsemâo tiene la tentación de confiar la resolución de la disputa a un congreso extraordinario del partido.

Si es la solución políticamente más lógica, dos argumentos de mucho peso se oponen a una salida de este tipo: el Congreso no puede reunirse antes de dos o tres meses, y habrá que resolver la cuestión de quién gobierna durante este período. Por otro lado, lejos de resolver la crisis, la convocatoria del congreso extraordinario puede desembocar en una división que sería el fin del PSD, el desmantelamiento de Alianza Democrática y haría inevitable la convocatoria de elecciones generales anticipadas, que podrían, a su vez, facilitar la victoria de los socialistas.

División entre los críticos

Entre los sectores críticos a Balsemáo, unos entienden que debe permanecer como presidente del partido; otros defienden la institucionalización de Alianza Democrática (mediante una progresiva fusión de los dos partidos); otros, al contrario, consideran que el PSD debe recuperar el liderazgo de la coalición y del Ejecutivo.Del lado del CDS, Freitas do Amaral nunca escondió que deseaba la sustitución de Balsemâo, pero esperaba una clara derrota del actual primer ministro.

La iniciativa de este último lo envuelve en la acusación, formulada por el presidente del PSD, contra aquellos que no le permitieron ejercer el mandato. Las primeras palabras públicas de Freitas do Amaral han sido de elogio a Balsemâo y una llamada a "todos los dirigentes de Alianza Democrática a unirse cada vez más para encontrar una solución de consenso para la crisis".

La oposición no hará nada que pueda facilitar la recomposición interna de la mayoría. Para los socialistas, Alianza Democrática debe ser obligada a quemar sus últimos cartuchos hasta la derrota definitiva, clara y democrática, que deben ser para ella, según las previsiones de Mario Soares, las elecciones municipales de 1982.

Los comunistas, en cambio, exigen la disolución del Parlamento y la convocatoria de elecciones anticipadas. Saben que el presidente Eanes no está dispuesto a aceptar esta responsabilidad y no encaran siquiera la eventualidad de solicitar una reunión extraordinaria del Parlamento.

¿Hasta qué punto el presidente Eanes podrá mantenerse ajeno a la solución de la crisis? Tendrá que pensar muy bien las decisiones a tomar, ya que, por un lado, la crisis de Alianza Democrática redunda, objetivamente, en un refuerzo de su propio prestigio; pero, por otro lado, la opinión pública no puede aceptar indefinidamente una ausencia de gobernación clara.

El domingo, Eanes afirmó que, de momento, la crisis está limitada al ámbito de los partidos y no le compete interferir en su desarrollo. Pero también recordó que los poderes constitucionales de que dispone le dispensan de aceptar "cualquier personalidad" indicada para la jefatura del Gobierno. En otras palabras: el futuro primer ministro deberá contar también con la confianza del general presidente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_