José Antonio Valdelomar verá otra vez su película en la cárcel
La película de Carlos Saura Deprisa, deprisa será proyectada la próxima semana en la sala de cine de la cárcel de Carabanchel. Su protagonista, José Antonio Valdelomar, de veinticuatro años, volverá a ver allí mismo, junto con su compañero de reparto, Jesus Arias Aranzueque, detenido hace unos días tras atracar un banco, las escenas que había rodado en el verano de 1980.Valdelomar lleva cinco meses internado en la prisión y continúa esperando su juicio también por atracar un banco en la calle de Ríos Rosas, junto con Manuel Sola Téllez, el 11 de marzo último.
Ambos se apoderaron de 167.000 pesetas de la sucursal del Banco de Vizcaya y fueron detenidos a los pocos minutos por funcionarios de policía, tras colisionar en el paseo de la Castellana el vehículo en el que viajaban, un taxi del que se habían apoderado instantes antes, contra un R-6.
Una historia repetida
José Antonio, considerado por la policía como delincuente, llevaba aún entre su documentación el contrato del filme que le había hecho famoso y por el que había percibido 300.000 pesetas.La historia de la película de Saura la había repetido su protagonista en la realidad. Con el dinero obtenido, éste había mantenido sus gastos y los de su mujer, Genoveva López, durante varias semanas. También había invertido parte de su dinero en una tienda de discos que ahora ha perdido, "ya que no hemos podido seguir pagándola, y mi mujer tiene bastante con ayudarme en lp posible y tratar de que mi abogado pueda sacarme pronto de aquí".
"He cometido un error", manifestaba a este periódico en la misma cárcel el viernes último, "pero yo no soy así y no voy a estar aquí tanto tiempo por esto. Necesitaba dinero. Teníamos que pagar algunas deudas, pero ya está..."
Valdelomar es apreciado entre sus compañeros de prisión. El, sonriente y con ojos azules de mirada profunda, se muestra simpático y listo. Tal y, como es.
"Esto es una coñazo", añade, "y no tenemos ninguna diversión. Sólo una sesión de cine a la semana y la televisión; es muy triste estar todo el día encerrado en la celda o en el patio de cemento". Ahora más angustiado, reconoce que ha sido una "locura", pero parece que tiene propuestas para seguir trabajando en el cine y comenta que Saura y Querejeta se han portado muy bien con él.
Valdelomar vivía con Genoveva en el barrio de Villaverde Alto, donde fue elegido entre varios cientos de jóvenes para interpretar la película junto con los demás compañeros. Carlos Saura pasó varias semanas probando a estos jóvenes para los papeles de su película, ganadora del Oso de Oro en el Festival de Cine de Berlín, en la que se trataba la problemática de la juventud suburbana. Quiso reflejar la vida real de unos jóvenes que viven en el cinturón industrial de una gran ciudad. Su película no pudo ser más real y aún continúa exhibiéndose en varias capitales de España..
"Ahora voy a intentar salir de aquí para trabajar en algo. No tengo dinero.", contestaba sentado encima del mostrador que hay junto a la puerta de la sala cine, mientras el encargado de ésta señalaba que la exhibición de la película ha costado 15.000 pesetas, "pero va a ser divertido", añade.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.