Expectación en Gibraltar
La población gibraltareña ha engalanado sus calles y plazas para recibir el día 1 de agosto a los príncipes de Gales, Carlos y Diana. La recepción a los príncipes se va a convertir en un acto de afirmación de la soberanía británica de Gibraltar, tras la decisión del Gobierno de Londres de aconsejar esta escala de viaje de bodas y la postura adoptada por los Reyes de España de no asistir, en consecuencia, a la boda de los príncipes, celebrada ayer.
En medios diplomáticos de Gibraltar reinaba ayer una cierta expectación por la posible anulación de la manifestación española que estaba prevista al otro lado de la verja.
En Cádiz, varios establecimientos que tenían sus televisores sintonizados con la retransmisión de la boda de los príncipes de Gales, tuvieron que apagarlos ante la protesta de los clientes, que argumentaban que, si el Rey de España no ha asistido a la ceremonia, los españoles no tenían que estar contemplándola "como un cuento de hadas". Este hecho se repitió en varias tiendas de electrodomésticos de la ciudad sobre las 12,30 horas de ayer.
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