Sí a la Revolución de Octubre, no a la socialdemocracia
«Ser eurocomunista hoy», dijo Carrillo, «es simplemente ser comunista a finales del siglo XX, en una Europa industrializada en la que la democracia política ha adquirido un gran desarrollo y donde el movimiento obrero tiene un poderoso peso político social». Es, además, ser comunista en una época en que la revolución ya no puede ser la salida a una guerra mundial, entre otras cosas por el desarrollo de las armas de destrucción masivas, y cuando ya no existe «un centro revolucionario mundial».En cuanto a las señas de identidad del partido, dijo que éstas parten «de la ruptura con una socialdemocracia que cayó en el pantano de la colaboración con sus respectivas burguesías» y de «la defensa incondicional de la gran revolución socialista de octubre en Rusia», junto con la concepción del partido como no exclusivamente de gobierno. «sino de combate», con una cohesión basada en el centralismo democrático. Asimismo citó la adscripción al marxismo revolucionario creador y, la defensa de la paz.
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