Walesa califica las huelgas en Polonia de acontecimientos "incómodos"
El presidente del sindicato independiente polaco Solidaridad, Lech Walesa, considera que en el momento actual de la organización es necesaria una dirección autoritaria, opina que hay que encontrar nuevas formas de protesta y cree que las huelgas, como las que acaban de suspenderse de los estibadores y de las líneas aéreas polacas Lot, constituyen acontecimientos "incómodos". En su despacho de la dirección central de Solidaridad, en el antiguo hotel Morski, de Gdansk, Lech Walesa recibió al enviado especial de EL PAIS.
Reina todavía un aire de provisionalidad, de "revolución permanente". Los pasillos llenos de boletines informativos y pasquines, un viejo que vende a veinte zlotys (sesenta pesetas) insignias con la virgen de Czestochowa, o la imagen del fallecido cardenal Wyszynski, jóvenes venidos de la Europa del Oeste, con ansias de coleccionar experiencias revolucionarias, los mismos que un día fueron a Cuba, luego al Portugal de los claveles o a la Nicaragua del sandinismo, en busca de la revolución que fracasó aquel mayo de 1968.Walesa habla deprisa, como a ráfagas de ametralladora, suspira y se pasa la mano por la cara, con sensación de infinito cansancio, aunque sólo son las nueve de la mañana. En el mínimo despacho de Walesa, una habitación del antiguo hotel, cuelga de la pared un calendario de la agencia polaca de turismo Orbis, con las letras "Poland invites you" (Polonia te invita), por lo menos dos cuadros del Papa polaco, un plato grabado del Perú y un sinfín de objetos que superan todas las marcas de cursilería. Encima de una mesa yace un ejemplar del órgano oficial del partido comunista, el Trybuna Ludu. Walesa lleva, cómo no, en la solapa la inevitable estampa de la virgen negra de Czestochowa, y también, esto es nuevo, una insignia consistente en dos banderas cruzadas: la polaca y la de Estados Unidos, con todas sus barras y estrellas.
Bombero apagahuelgas
Pregunta. Algunos sectores de Solidaridad afirman que las autoridades polacas tratan de aniquilar la resistencia del pueblo, a base de rendirlo por hambre. ¿Está usted de acuerdo con esta interpretación?
Respuesta. No puedo afirmarlo al ciento por ciento, pero si algunos piensan que así van a destruir nos no lo lograrán.
P. En el último año usted ha te nido que representar varias veces el papel de "bombero apagahuelgas". ¿Piensa que la actuación suya seguirá en esa línea?
R. Seguramente seguirá la situa ción, aunque quizá no habrá tan tos fuegos. Naturalmente, sería necesario preparar más gente que surja de las masas sociales, y habrá que apagar fuegos. Mi intención es levantar pesos, pero levantar aquellos pesos para los que estemos preparados, porque no se puede levantar un peso demasiado grande. Si intentas levantar un peso demasiado grande te puede echar abajo.
P. Hasta ahora Solidaridad sólo sabe recurrir a la huelga como arma de lucha. ¿No tiene otros métodos de reivindicación?
R. Ahora hay otros elementos de lucha y se van a utilizar en varios campos. Al mismo tiempo, vamos a sustituir estos métodos tradicionales por otros nuevos.
P. Algunas personas en Solidaridad le acusan por su estilo autoritario y la falta de democracia interna en el sindicato.
R. En el momento en que estamos es necesaria una dirección autoritaria, y por eso lo hago así. Además, creo que actúo prudentemente. Quizá parezca que soy muy autoritario, pero ayer, por ejemplo, renuncié a designar yo 'nismo los miembros de la directiva de Solidaridad en Gdansk, aunque tenía derecho a hacerlo, y dejé que se votara a los que quisieran trabajar. No podrán acusarme je antidemocrático. Lo hice muy bien, ¿no es verdad?
P. ¿Le queda a usted tiempo para ver a su mujer y a sus hijos?
R. Claro que no.
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