La Camerata de Munich clausuro la Semana Musical de Segovia

En el patio de armas del Alcázar, completamente abarrotado de público, la Camerata de Munich clausuró la Semana de Música de Cámara en Segovia con dos conciertos, celebrados el sábado y domingo últimos.El conjunto muniqués nos gustó, ante todo, por la belleza de su sonido, redondo, cálido y con la principal virtud para los buenos resultados camerísticos: el empaste. Con suficiencia técnica y claridad en el balance de los planos sonoros, desgranó un programa clásico cuyas dos partes culminaban en. Mozart: la primera, con el Adagio y fuga en do menor, página cuyo virtuosismo y cuya hondura musical constituyen una auténtica prueba que merecería más frecuente aparición en conciertos; la segunda, con el célebre Divertimento en re mayor, paradigma del encanto melódico mozartiano en su faceta más risueña. En el Concierto en sol de Haydn fue correcto solista de violín VIadimir Lakatos.

El joven director catalán Jordi Mora nos ofreció la más acabada demostración de imitación gestual de un maestro por parte del alumno que hayamos podido conocer. Bien es verdad que el maestro es uno de los primerísimos del mundo -Sergiu Celibidache- y que la carrera directorial de Jordi Mora está en sus inicios, pero el hecho cierto es que observamos un cierto agarrotamiento que tiene traducción en el fluir de la música, un tanto alicorta y carente de contrastes y vida interna, inconvenientes que se notaron sobre todo en Telemann. Como las condiciones del músico barcelonés son buenas, es de esperar un pronto despegue, para lo cual deberá disminuir la preocupación por la mecánica del gesto y aumentar la entrega cordial a la música interpretada.

El clima de éxito y la ya comentada afluencia masiva de público suponen motivos de satisfacción para los organizadores de la semana.