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Rechazado el reconocimiento de las corrientes de opinión en el PCA

La comisión cuarta del Congreso del Partido Comunista de Andalucía (PCA) rechazó ayer tarde la enmienda presentada por un sector de la delegación de Málaga para que se reconociese el derecho de las distintas corrientes de opinión existentes en el PCE a reunirse y expresarse con libertad, aunque sin constituir fracciones cristalizadas. La enmienda obtuvo 36 votos a favor y 62 en contra, lo que hace posible su presentación en el pleno, que continuaba durante la madrugada de hoy, donde volverá a ser, muy probablemente, derrotada.

El rechazo de esta propuesta fue posible gracias a la ruptura del sector de delegados renovadores, parte de los cuales se alió con los eurocomunistas oficiales para hacer frente a la pretendida institucionalización de las corrientes. En cualquier caso, la discusión revistió un gran interés. Mientras los defensores de la propuesta -entre ellos, el secretario político de Málaga, Ignacio Trillo- insistían en que el PCE ha de reflejar en su seno el pluralismo existente en la sociedad y darle un cauce institucional, la mayoría opositora argumentaba que el partido es un instrumento de transformación y no debe limitarse a ser un reflejo de la sociedad civil. «Si las fracciones son la muerte del partido comunista, las corrientes son ya la enfermedad mortal», explicó gráficamente uno de los delegados.

Enmiendas de los renovadores

A pesar de esta derrota, es de destacar que la comisión aprobó otras enmiendas promovidas por los eurocomunistas renovadores, esta vez unidos, sobre la democratización interna. Así ocurrió con la presentada por Sevilla, sobre la necesidad de potenciar el debate interno y la participación de los militantes en la elaboración política y la toma de decisiones, y la de Cádiz, precisando que los avances dados por el PCE en la democracia a partir de su legalidad han sido insuficientes, en lugar de grandes, como se decía en el texto oficial.La postura de la dirección del PCE fue asimismo puesta en entredicho, al aprobarse otra enmienda que eliminaba del texto una referencia muy crítica hacia los métodos de trabajo irregulares como causantes de la crisis que afecta al PSUC. La mayoría de los delegados de esta comisión consideraron la referencia como una injerencia en asuntos orgánicos internos del partido de los comunistas catalanes, pese a la intervención en sentido contrario de Jaime Ballesteros, miembro del Comité Ejecutivo del PCE. Otras propuestas que denunciaban el triunfalismo del análisis hecho por la dirección comunista sobre el propio PCE e impulsaban la federalización del PCE, aunque rechazadas, lograron más del tercio de votos necesarios para pasar al pleno.

Aunque esta comisión cuarta ha sido la que ha producido un debate más intenso, hay que hacer mención a la enmienda presentada en la comisión primera por la delegación de Jaén, en la que se subrayaba que las tesis sobre política internacional suponen un cambio de rumbo positivo sobre las posiciones mantenidas públicamente por el actual secretario de relaciones internacionales del PCE, Manuel Azcárate. Pese a que fue igualmente, rechazada, es notable que el actual secretario general del PCA, Felipe Alcaraz, se abstuviese de votar.

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