Aislamiento estratégico

La destrucción por la aviación israelí de nueve puentes libaneses durante los últimos días aisló del resto del país una importante región estratégica y económica, que representa, por su extensión y población, la cuarta parte del Líbano (1.200 kilórnetros cuadrados y 800.000 habitantes).Los puentes destruidos garantizaban los enlaces con la costa, con la región central de la zona fronteriza y con la extremidad oriental y el oeste de la llanura de la Bekaa.

Las consecuencias son graves para el resto del Líbano. Por una lado, esta región ahora aislada es un auténtico vergel, cuya producción agrícola alimentaba a la zona que se extiende hasta Beirut. Por otro, la destrucción de uno de los puentes del río Zahrani, que conduce a la refinería de la empresa saudí Tapline, y la del oleoducto que transporta el petróleo desde Arabia al Mediterráneo supondrá un grave golpe para el abastecimiento de gasolina y fuel doméstico en el Líbano.

La zona, además, ha quedado sin luz y sin agua corriente, por lo que las condiciones de vida en unas cuarenta localidades son ahora precarias.

Desde el punto de vista estratégico, la destrucción de los puentes, que Israel no permitirá reconstruir, impedirá a los palestinos, según el jefe del Estado Mayor judío, el transporte de tropas, armas y camiones hacia la frontera para bombardear las localidades de Galilea. Si lo quieren hacer ahora tendrán que filtrarse a través de los enclaves de las milicias cristianas del comandante Hadad, o de los que ocupan las fuerzas de las Naciones Unidas.

El aislamiento de esta zona, cuyas poblaciones van a ver su vida cotidiana afectada gravemente, constituye una ruptura suplementaria del país, que ya está troceado en una infinidad de poderes, facciones e influencias.

De sur a norte, está en primer lugar el enclave cristiano del comandante Hadad, que cuenta con el apoyo permanente de Israel, cuyas tropas acuden en su ayuda cuando es necesario. Es una zona árida y pobre, de unos ochenta kilómetros de largo por unos quince de ancho. Hacia el norte está la zona controlada por las fuerzas de la ONU, de veinticinco kilómetros por quince, que se extiende entre el territorio de Hadad y el río Litani.