Una maravilla

La gira de la selección española, de acuerdo con las manifestaciones realizadas en Barajas, ha sido una maravilla. De acuerdo con algunas opiniones, casi todo ha sido positivo. Vistas todas las manifestaciones, hay que felicitarse por los múltiples beneficios del viaje. Que suene la música pues y bailemos todos de contento.Para Santamaría, no ha habido más notas positivas que aquellas que se derivan de los experimentos negativos. España no puede jugar con dos laterales absolutamente zurdos ni con dos extremos absolutamente diestros, aunque uno de ellos se escore hacia la izquierda, para perderse en una maraña. La selección sigue,sin un hombre, con mando en plaza, para imponer orden y serenidad en el juego.

La gira no pudo servir para realizar múltiples pruebas, obletivo fundamental antes de salir, porque el tropiezo de Puebla puso al seleccionador entre la espada y la pared. Sobró el encuentro con los Pirribovs, como sobró el partido del patatal venezolano. Lo que en principio se estimó, técnicamente, como una experiencia, se convirtió en una búsqueda de resultados.

Considerar la gira como un todo negativo sería casi una maledicencia. Ha quedado claro que la conjunción se logra con la continuidad, pero también es palmario que no sólo el balón puede ser el nexo definitivo. En el campo se reflejan las tensiones de los hoteles. Del calendario que apruebe la asamblea del fútbol dependerá mucho el resultado del mundial. La selección debe ser cosa de todos.