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Fraga pide que Calvo Sotelo afronte el debate sobre la intoxicación

Manuel Fraga Iribarne, portavoz del Grupo Parlamentario de Coalición Democrática, ha presentado a la Mesa del Congreso una interpelación al presidente del Gobierno para que comparezca a un amplio debate en el que explique «las razones y omisiones que han dado lugar a esta desastrosa situación en la sanidad alimentaria española y se puedan deducir las responsabilidades políticas, administrativas y hasta penales en que hayan podido incurrir las autoridades a cuyo control está encomendada la garantía de la alimentación».

La petición de CD se suma, aportando nuevos interrogantes, a la del PSOE, presentada el pasado 29 de junio, para que se produzca un gran debate parlamentario sobre toda la problemática que ha puesto de relieve la intoxicación por aceite al reanudarse en septiembre las actividades parlamentarias.En el texto de su interpelación, Manuel Fraga recuerda la responsabilidad de cinco ministerios (el subrayado es suyo) en este tema: Interior, Industria y Energía, Economía y Comercio, Agricultura y Trabajo, Sanidad y Seguridad Social, razón por la que considera necesaria la comparecencia del titular de la Presidencia del Gobierno como coordinador de la labor de éste.

El portavoz de CD plantea numerosas preguntas en relación con el proceso de fraude y adulteración del aceite, conocido por el Gobierno y tolerado o no reprimido durante años. Apunta las graves repercusiones negativas de esta situación en los sectores agrícola, comercial, del consumidor y del erario público, así como la sistemática inoperancia en la aplicación de normas legales establecidas o en la actuación de comisiones y organismos encargados teóricamente de velar por determinados aspectos del control alimentarlo, industrial, comercial, etcétera.

UCD, por su parte, difundió ayer una nota en la que replica al PSOE en cuanto a las críticas efectuadas por éste en relación con la intoxicación masiva y el modelo sanitario centrista. El comunicado de UCD apoya la actuación del Gobierno.

El PSOE ha continuado su actividad crítica. El Ayuntamiento de Leganés propondrá en la Diputación una moción para que se emita un comunicado conjunto de los municipios madrileños en respuesta a las declaraciones del ministro Sancho Rof sobre las responsabilidades municipales en materia de control alimentario.

También un senador socialista por la Rioja, Félix Palomo Saavedra, ha formulado al Gobierno una pregunta sobre la atención que presta el MTSSS a la epidemiología, pues «la identificación de la causa de la llamada neumonía atípica no ha sido fruto de un análisis epidemiológico, sino de la intuición de un grupo de trabajo clínico». En esta pregunta se piden datos concretos del ejercicio epidemiológico en España y si es cierto que no hay oposiciones de ingreso desde hace quince años al cuerpo de epidemiólogos.

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El diputado socialista Ciriaco de Vicente ha presentado dos preguntas en las que se solicitan respuestas sobre qué responsables de la OMS, cómo y cuándo han declarado que el planteamiento del MTSSS ha sido correcto en la actuación sobre la llamada neumonía atípica.

Aparte de otras incógnitas, cabe precisar que, pasado un mes, desde que se estableció la conexión del aceite con la neumonía, las autoridades sanitarias no han facilitado una idea clara del cuadro clínico de los pacientes.

En primer lugar se descnoce la identidad de los tóxico,, responsables del proceso neumónico (hasta ahora sólo cuatro identificados) y su forma de actuar; como se sabe, numerosos envenenamientos o intoxicaciones cursan síntomas neumónicos, pero generalmente son otras vísceras, a menudo el hígado y, sobre todo, los riñones, las afectadas por los tóxicos de origen alimentario.

En segundo lugar, la posibilidad de que el aceite adulterado no sólo haya ocasionado procesos patológicos similares a una neumonía atípica, sino otros tipos de patologías, probablemente no relacionadas con el consumo de dicho aceite. Encefalitis, enfermedades graves del riñón o del hígado, complicaciones cardiorrespiratorias diferentes a las causadas por la presunta neumonía atípica y otras lesiones de diferentes puntos del organismo, incluida la piel, pueden muy bien elevar el número de afectados por la intoxicación a cifras aún más importantes. De tales procesos no existe información contrastada ni detallada, ya que sólo se publican las cifras de enfermos y fallecidos por los síntomas exclusivos del proceso neumónico.

En tercer lugar hay que destacar la ausencia de normas a los intoxicados sobre su posible recuperación. No es lo mismo ser dado de alta por un proceso neumónico infeccioso que por una grave intoxicación alimentaria que, entre otras cosas, ha dado lugar a una neumonía. Las posibles secuelas de la intoxicación deben ser investigadas, porque hasta ahora nada indica que eso se haya hecho con rigor.

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