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GENTE

Lluis Llach con la Banda Municipal de Barcelona

Anteanoche Barcelona fue el escenario de tres acontecimientos musicales de importancia. En primer lugar destacó el recital de Lluis Llach, en el teatro Griego, de Montjuich. Lo insólito del mismo consistía en el acompañamiento, que corría a cargo de la Banda Municipal de Barcelona, integrada por un centenar de músicos.Llach logró un éxito total. Dos mil quinientas personas llenaban a rebosar las gradas. Por lo menos un centenar de personas intentó infructuosamente seguir el recital desde el exterior.

Las primeras canciones fueron interpretadas por Llach acompañándose únicamente del plano. A continuación apareció en escena su guitarrista, Laura Almerich, seguida de la violoncelista Marina Corés. El cantautor no evitó las alusiones directamente políticas.

Llach interpretó las canciones más conocidas de sus últimos álbumes. Verges 50 obtuvo los mayores aplausos. También destacaron los recibidos por Companys, no és aixó (Compañeros, no es esto), auténtica elegía del desencanto, dirigida a las fuerzas políticas parlamentarias.

La actuación de la Banda Municipal fue muy bien acogida. Su intervención sólo cubría parte de las canciones y, en general, era llevada a cabo por un reducido número de los componentes de la Banda. La conjunción resultó buena en sus líneas generales y, en todo caso, fue muy bien acogida por el público. Anteanoche ya estaban vendidas las entradas, para los tres recitales, el último de los cuales se llevará a cabo esta noche.

Paralelamente, también anteanoche 2.000 personas llenaron muy parcialmente el Palacio Municipal de los Deportes para escuchar a Teddy Bautista, Pepe Robles y Robert Palmer. Este último era la primera vez que actuaba en España. Los dos primeros tuvieron una actuación muy breve.

También, a la misma hora, María del Mar Bonet actuó en la plaza del Rey, de Barcelona, donde, con todas las dificultades imaginables, se abarrotaron unas quinientas personas. Su recital fue bien acogido, si bien, una vez más y pese a su innegable calidad artística, quedaron patentes sus enormes dificultades a la hora de conectar -o sólo ser amable- con su público. Un posible problema de carácter, al margen de su excelente voz.

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