La Fundación para el Progreso y la Democracia reafirma su neutralidad política
La Fundación para el Progreso y la Democracia mantendrá «una neutralidad política que la convierta en una institución flexible y ajena a los doctrinarismos, más inclinada, naturalmente, al debate social que a la competencia política. «Así lo afirman los estatutos de esta entidad, cuya junta rectora hizo ayer su acto de presentación a los medios informativos, tras su constitución el día anterior.
Jesús de Polanco, presidente de la citada fundación definió a esta asociación como plataforma social y lugar de encuentro. Estos conceptos aparecen recogidos en los estatutos, según los cuales, la fundación «organizará cuantas acciones y actuaciones contribuyan a informar, debatir y divulgar las ideas, principios y prácticas que inspiran y fundamentan un régimen de vida, político y social, democrático». Asimismo, «cooperará con cuantas personas y entidades aspiran a los mismos objetivos». Según Polanco, uno de los objetivos de la fundación es que los militares puedan participar en ella.El vicepresidente de la fundación, Ramón Tamames, presentó el plan de acción hasta finales del presente año. Señaló que se constituirán en el mes de julio comisiones de estudio de alcance nacional, que tratarán los siguientes temas: Parlamento, Administración pública, poderes autonómicos y locales, derechos humanos y libertades públicas, estudios económicos y sociales, relaciones internacionales y seguridad nacional, cultura y arte, universidad e investigación, opinión pública y medios de información, y calidad de vida y movimiento ciudadano.
La Fundación tendrá próximamente sedes territoriales en Madrid, Barcelona, Andalucía, Canarias, Valencia Zaragoza. Para septiembre se celebrará un primer ciclo de conferencias sobre acontecimientos nacionales e internacionales ocurridos durante 1981, que se harán en tres o cuatro lugares distintos de la geografía española. También publicará un boletín, un libro conteniendo los ciclos de conferencias y un diagnóstico general de la situación española que sirva como documento de debate en el otoño de 1981, y como punto de referencia para la organización de las actividades que se inicien en el curso 1981-1982.
La Fundación para el Progreso y la Democracia cuenta con un presupuesto inicial de cinco millones -sus promotores estiman que este presupuesto será superado- y con 270 socios. Asimismo existen 2.300 peticiones de ingreso. La cuota inicial del socio fundador es de 25.000 pesetas, si bien la cuota normal será de 5.000 pesetas al año.
Entre los socios fundadores figuran mecánicos, torneros, ebanistas, cantantes, artistas y setenta profesores universitarios, seis de ellos rectores.
Matías Cortés (vicepresidente), Daniel de Linos y José B. Terceiro destacaron el carácter no partidista de la fundación y su intención de hacer posible la participación en la democracia de aquellos que no se han decidido a participar en los partidos políticos. Además señalaron que los socios de la Fundación pueden estar integrados en los partidos y participar en los procesos electorales de estos últimos.
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