España restringe la entrada de funcionarios israelíes

El Ministerio español de Asuntos Exteriores ha prohibido, a principios de mayo, a todos los consulados de España, que extiendan visados a funcionarios y personalidades políticas israelíes sin recibir previamente autorización de Madrid, según ha sabido EL PAÍS de fuentes de absoluta solvencia.

Hasta ahora, los consulados españoles estaban autorizados a otorgar visados a todos los ciudadanos israelíes sin tener que consultar al palacio de Santa Cruz. Con esta medida restrictiva, tomada por el ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, se persigue un doble objetivo: intentar reducir la «creciente actividad propagandística» desarrollada en España con motivo de la visita a nuestro país de algunas personalidades hebreas y seguir de cerca los desplazamientos a España, cada vez más numerosos, de funcionarios israelíes.Concretamente, la cancillería española consideró excesiva la publicidad dada por los medios de comunicación a la visita efectuada a España, esta primavera, por el ex ministro israelí de Defensa y de Asuntos Exteriores, Moshe Dayan. Durante su estancia en Madrid, Pérez-Llorca llegó a deplorar, en varias conversaciones privadas, que se le hubiese dado un visado a Dayan.

El palacio de Santa Cruz culpa de este «alboroto propagandístico proisraelí» a la comunidad judía en España, alentada por el observador israelí ante la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE), embajador Samuel Hadas. Fuentes oficiales hicieron hincapié en que Hadas transgredió su función diplomática al dedicarse en Madrid a efectuar «una labor de captación a las tesis israelíes».

El segundo objetivo que se propone Exteriores al filtrar las solicitudes de visados consiste en controlar más cuidadosamente los motivos de las visitas a España y los desplazamientos en nuestro país de los funcionarios israelíes. El número de funcionarios israelíes que entra en España está en constante aumento. Sobre un total de 20.000 visados anuales concedidos a israelíes, unos ochocientos al año -es decir, casi tres al día- necesitarán autorización de Madrid. Desde que la medida ha entrado en vigor, los visados han sido denegados sólo en dos casos y por motivos no aclarados.

Los consulados israelíes siguen teniendo autonomía para conceder directamente visados a los ciudadanos españoles que lo soliciten. Claro está que las listas de personas no gratas a Israel que poseen las representaciones diplomáticas hebreas están perfectamente actualizadas, mientras que las de los consulados españoles no han sido renovadas, en la mayoría de los casos, desde hace cinco años. Sólo en Madrid se dispone de una lista puesta más al día.

El rotativo hebreo Haaretz, el más solvente de los diarios israelíes, anunciaba ayer estas restricciones, cuya imposición atribuyó a «motivos de seguridad» por parte de España.