Quince muertos en Teherán en los incidentes más graves desde la revolución
Las calles céntricas de Teherán registraron ayer los incidentes más graves desde el derrocamiento del sha Pahlevi, en unos enfrentamientos entre seguidores y adversarios del presidente Banisadr que se saldaron con quince muertos y decenas de heridos graves.Grupos nutridos de Mujaidines del Pueblo, organización islámica de izquierda, se manifestaron en el centro de la ciudad exhibiendo pancartas y coreando consignas contra los dirigentes fundamentalistas islámicos, cuya muerte pedían. Exigían también resistencia y apoyo al presidente Banisadr. La policía, ayudada por los seguidores -hezbollahi- del partido integrista musulmán, reprimió con armas de fuego la manifestación. Los manifestantes, por su parte, levantaron barricadas en las calles, incendiaron automóviles y se enfrentaron violentamente a las fuerzas que intentaban disolver su convocatoria. En numerosas ocasiones, se produjeron enfrentamientos entre mujadines y hezbollahi, con armas blancas, en estremecedores combates cuerpo a cuerpo, que dejaron las aceras. de algunas avenidas del centro de Teherán regadas de sangre.
Por la mañana había comenzado en el Parlamento iraní (Majlis) el debate sobre la gestión política de Banisadr, que puede saldarse con su destitución al frente de la presidencia y la jefatura del Estado. El presidente no asistió al debate, que se desarrolló con el edificio del Parlamento rodeado por miles de personas que exigían la destitución y el encarcelamiento de Banisadr.
Por primera vez en los últimos nueve días, la oficina del presidente iraní emitió ayer un ccmunicado en el cual se asegura que Banisadr permanece oculto en Irán, pese a las especulaciones sobre su salida al extranjero, y que su propósito es mantenerse en el país para hacer frente «a los que intentan un golpe de Estado».
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