"España debe flexibilizar el acuerdo preferencial de 1970 con la CEE"

Cecil Parkinson, ministro británico de Comercio, de 48 años de edad, señaló recientemente en Bruselas que España debía reducir sus tarifas respecto a los productos de la Comunidad Económica Europea (CEE), especialmente en lo que se refiere a coches, vinos y licores, chocolates y generadores eléctricos. En su opinión, el Gobierno español debería flexibilizar el acuerdo preferencial de 1970 rubricado con la Comunidad Económica Europea. Porque sería muy radical pensar en romperlo en la actualidad, aunque esta medida sólo necesite de un preaviso de medio año.

Según Cecil Parkinson, «hay una cierta susceptibilidad en nuestra industria, pues España tiene un acceso relativamente libre a nuestro mercado, mientras existen barreras contra nuestros productos al entrar en España, especialmente en lo que a productos industriales se refiere. Nuestra industria automovilística apunta que hay un arancel del 4,7% al 8.8% (para los coches españoles), mientras que, si se toma en cuenta el arancel español del 36,7% a lo que hay que añadir el impuesto de compensación sobre los gravámenes interiores (ICGI) y el impuesto de lujo, se llega a un 74,7%».«Algunas personas dicen, pues, que existen injusticias básicas en las relaciones entre nuestros dos países. El acuerdo preferencial de España con la CEE de 1970 fue pensado para cinco años, y llevamos once. Han cambiado las circunstancias, y las autoridades españolas deben reconocer que mejorarían las relaciones comerciales si se ajustaran al espíritu del acuerdo y comenzaran a abrir más su mercado a nuestros productos».

Pregunta. ¿Por qué habla usted de que España ha distorsionado el acuerdo?

Respuesta. Cuando se redactó el acuerdo entraba en el interés de todos en Europa que la economía española se reforzase para el período de cambio que iba a seguir a la muerte del general Franco. Creíamos que cuanto más fuerte fuera la economía, mayor sería la estabilidad política. La economía española respondió muy bien. Pero este año llenamos a una situación en la que unos 125.000 coches van a entrar en este país.

P. Se refiere, naturalmente, a los Ford Fiesta. Sin embargo, los modelos que aquí se venden van equipados con motores fabricados en el Reino Unido...

R. Sí, claro, hay un comercio recíproco, pero eso no es todo. Nuestros fabricantes nos dicen que no esperan poder invadir el mercado español con sus coches, incluso si hubiera un régimen arancelario más sensato. Pero la diferencia en aranceles es ridícula. El que la reduzcan no cambiará mucho para nosotros, pero al menos nuestros vendedores podrían ver que no venden porque no pueden competir no porque no puedan vender.

Existe también una gran incertidumbre respecto a la administración de los cupos, que se abren de forma irregular y se cierran de repente. Hay una falta de transparencia en la Administración española que deja confusos a nuestros hombres de negocios. También están las prácticas discriminatorias de los monopolios estatales y de la aplicación del impuesto de lujo.

P. Pero éste se aplica a unos mismos productos.

R. El ICGI, no; es discriminatorio. Si no, no habría problemas, v además el ICGI se usa de hecho como subsidio a las exportaciones españolas. Está además el hecho de que ustedes piden un período de_transición para la aplicación del impuesto sobre el valor añadido. Nosotros teníamos un sistema mucho más difícil de cambiar. Todo esto es psicológicamente dañino y amarga innecesariamente la atmósfera comercial.

Quiero dejar absolutamente claro que el Gobierno de su majestad sigue siendo completamente favorable a la entrada de España en la Comunidad y haremos todo lo posible para que este proceso siga adelante. Pero se crean innecesarias dificultades cuando, al promover nosotros este objetivo, vienen nuestras industrias a quejarse. Yo, a menudo, mantengo que nuestra industria no sabe diferenciar entre competencia desleal y competencia inoportuna, pero donde hay injusticia... Y no somos los únicos en la Comunidad. El señor Natali, comisario para la ampliación, me dijo que otros muchos países pensaban lo mismo.

P. ¿Y la agricultura?

R. Sé que hay otra cara en el asunto. España habla de agricultura y de la necesidad de una negociación en bloque. Aceptamos que España se guarde algunas cartas para la negociación, pero no puede usar como carta una práctica injusta, ofreciendo dejar de hacer algo que no debería estar haciendo.

P. En 1972 la balanza comercial hispano-británica era positiva para el Reino Unido, y en 1980, ya no. Han cambiado los términos.

R. El acuerdo no estaba pensado, como ya he señalado, para durar tanto, y el cambio en la pauta comercial es característico de las relaciones de España con toda la Comunidad. Desde 1970, España ha sacado más de este acuerdo que la Comunidad. El acuerdo fue pensado para aventajar a España, pero ahora ha pasado y a la necesidad de favoritismo.

"La estabilidad política y económica van unidas"

P. ¿Está usted a favor de revisar el acuerdo o de acelerar la entrada de España en la CEE?

R. No controlamos directamente la entrada de España en la Comunidad. Ocuparemos la presidencia del Consejo de Ministros durante el segundo semestre de este año. Pero uno sólo puede moverse a la velocidad que quiera el más lento de los miembros. Es comprensible que un nuevo Gobierno francés necesita tiempo para decidir su actitud ante toda una gama de cuestiones. Haremos lo posible para que sus negociaciones sigan adelante, pero hay algunas cosas que no deben aguardar.

Comprendo el punto de vista español, pero espero que las autoridades españolas comprendan también el nuestro. Ustedes no quieren entregar su posición en cuanto a los productos industriales hasta que no logren un acuerdo sobre la agricultura. Pero esto no está funcionando como se pensaba en 1970. No hay que dejar todo hasta que España entre en la Comunidad. Está creciendo la presión política sobre nuestros Gobiernos y nuestra industria se está enfadando.

P. ¿Quiere usted revisar algunos puntos del acuerdo o negociar un nuevo acuerdo?

R. Sería algo muy extremo el pensar en romper el acuerdo de 1970, aunque para ello sólo se requiere un preaviso de seis meses. Aunque los problemas básicos habrán de resolverse en el marco de la negociación general, ahora se puede hacer algo. No es la aritmética del hecho de que ahora ustedes tengan un superávit en su comercio con nosotros. Eso también nos ocurre a nosotros Con otros países. No amenazamos con cerrar nuestro mercado a sus productos. Sólo decimos que ustedes sigan ampliando su acceso a nuestro mercado, si pueden.

P. Ustedes discriminan a la agricultura española respecto a terceros países, como Israel o Marruecos.

R. Sí, estoy de acuerdo. El tratado de 1970 les daba muchos derechos que han ejercido plenamente. Pero también suponía algunos deberes, y creemos que la manera en que ustedes los cumplen no es conforme con el Tratado.

P. ¿Habrían ustedes firmado el acuerdo preferencial con España de haber estado entonces el Reino Unido en la CEE?

R. Pienso que la respuesta tiene que ser un sí, con algunas variaciones en los detalles. Compartimos el punto de vista de que la estabilidad política de España, que está ligada a su estabilidad económica, es muy importante para toda Europa.