Falta total de medidas de seguridad en los almacenes incendiados en Barcelona
Un espectacular, incendio destruyó ayer el edificio que durante años albergó los conocidos almacenes El Aguila, de Barcelona, aunque afortunadamente no hubo que registrar víctimas. Según nota oficial del cuerpo de bomberos, la rápida propagación del fuego se debe a la «carencia total de adecuadas medidas de seguridad», tanto por insuficiencia de extintores como por almacenamiento irregular de géneros de fácil combustibilidad. La estructura era metálica, sin protección alguna antifuego. Las partes del edificio que permanecen en pie amenazan desplomarse.
El fuego se inició sobre las 12.20 horas. Un testigo presencial, Jorge Gavín Royo, relató a este periódico cómo a esa hora había visto desde la calle que había fuego en una planta del edificio. «Avisé», manifestó, «a un taxista y a una empleada del establecimiento, pero creo que no se lo creyeron. La verdad es que se tardó en avisar a los bomberos, quienes llegaron veinte minutos más tarde».El edificio de los almacenes El Aguila tiene cinco plantas, cuatro de las cuales estaban en desuso y servían de almacén. Sólo la planta baja efectuaba venta directa al público. Se trata del establecimiento Premini, dedicado a la venta de género rebajado y de grandes remesas, principalmente de prendas de confección.
A la hora de iniciarse el incendio se encontraban en el local alrededor de un centenar de personas. Todas ellas pudieron salir ordenadamente y ninguna sufrió daños.
El fuego se propagó rápidamente de las letras del cartel iluminado que da nombre al edificio a las plantas tercera y cuarta. Una falta de presión en las bocas de riego de la plaza de la Universidad hizo que los bomberos no pudieran atajar el fuego con premura y facilitó la rápida propagación del incendio. Ello fue debido a que en un sótano de un inmueble cercano hubo una inundación de agua producida por un escape horas antes del incendio. La compañía de aguas de Barcelona cortó el suministro y ello originó un descenso en el caudal de las bocas de riego.
Mientras el incendio adquiría grandes proporciones, el tráfico de la zona fue cortado y una densa columna de humo, de más de cuarenta metros de altura, era visible sobre el edificio desde diversos puntos de la ciudad. Veinticinco minutos después de iniciados los trabajos, los bomberos se retiraron del interior del edificio, a la vista de que la acción, del fuego había debilitado la estructura y amenazaba ruina. No tardó mucho en desplomarse parte de la fachada y de una cúpula que sostenía una estatua de bronce que representaba un águila de grandes proporciones.
A partir de este momento, los o trabajos de extinción se complicaron. Los bomberos sólo pudieron trabajar desde el exterior y con dificultad. En su informe, el cuerpo de bomberos señala la carencia total de medidas de seguridad. Los bomberos señalaron también anoche que la propiedad del edificio no podía alegar desconocimiento del estado en que se encontraba el inmueble, ya que hace meses fue advertida por el cuerpo de bomberos de la insuficiencia de medidas de seguridad.
El edificio de El Aguila había sido subastado en varias ocasiones. La última de ellas fue en enero de 1981. La empresa que explotaba ,los almacenes fue a la quiebra y, según fuentes municipales, la propiedad actual poce podía hacer con el edificio. Las citadas fuentes señalaron que había habido dificultades por parte de los bomberos para establecer quién era el actual propietario. Señalaron también que hasta no hace muchos años el principal accionista de El Aguila fue el financiero Julio Muñoz Ramonet, implicado en presuntos delitos de estafa.
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