El Gobierno francés pone en práctica sus primeras medidas sociales

El primer Gobierno de la izquierda hace efectivas las medidas sociales que el presidente François Mitterrand prometió durante su campaña electoral. El salario mínimo, los ancianos, los minusválidos y cierto tipo de alojamientos son los beneficiarlos. Los franceses más afortunados y las empresas más lucrativas (bancos, petroleras) financiarán en parte esos gastos.El millón largo de obreros que vive en Francia del salaario mínimo cobrará en lo sucesivo alrededor de 34.000 pesetas mensuales, lo que supone un 10% de aumento. La pensión de los ancianos, al subir un 20%, se cifra en 29.000 pesetas. Los subsidios para cargas familiares a los minusválidos y la ayuda familiar suben un 25 %.

El coste de ese primer paquete de medidas sociales del Gobierno Mauroy ascenderá a 80.000 millones de pesetas a finales de 1981. De momento, la Administración no ha Fijado ningún tipo de ganacia nueva destinada a cubrir esos gastos. Una parte de los mismos (alrededor de la mitad) será financiada por un nuevo impuesto excepcional que gravará a los 100.000 contríbuyentes franceses más afortunados. A ese impuesto se añadirá otro sobre los beneficios de los bancos, las compañías petroleras y una tasa más sobre los gastos de representación de las firmas comerciales importantes.

Dos series de medidas más serán adoptadas por el Gobierno en los próximos quince días. El 10 de junio será decretada la creación de 50.000 empleos nuevos en la Administración pública. Y el día 17 de este mismo mes el Gobierno lanzará una serie de disposiciones que favorecerán a las empresas, a las pequeñas y medianas en particular. La rebaja del interés del dinero sería una de las medidas más importantes.

Y todo ello esperan las autoridades que ayude a digerir a los patronos la subida de los sueldos mínimos decidida. Los expertos económicos temen que todas estas medidas de justicia social provoquen un alza de la inflación y del costo de vida. El Gobierno espera que los 80.000 millones que hoy ha lanzado al mercado, al ponerlos en manos de los menos favorecidos, representen un estímulo para el consumo interno y que ello fuerce un leve aumento del crecimiento.