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El Hospital Provincial pone en marcha, por primera vez en España, un servicio de hospitalización a domicilio

El Hospital Provincial de Madrid ha puesto en marcha, en una primera fase experimental, un servicio de hospitalización a domicilio, por primera vez en España, por el cual aquellos enfermos que aún necesitan cuidados médicos, pero no lo suficientemente delicados como para que ocupen una plaza en el hospital, son trasladados a su casa, donde se les administra el tratamiento por médicos y enfermeras que les visitan asiduamente. Este sistema se ha revelado en otros países del mundo occidental como muy beneficioso para los mismos enfermos, al tiempo que permite considerables ahorros en la economía de las instituciones sanitarias.

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Sólo para enfermos de la Beneficencia

Hasta el momento, son sólo tres los pacientes hospitalizados en sus respectivos domicilios, dos que se recuperan de las secuelas de una trombosis, y un diabético. En eI plazo de seis meses se quiere ampliar este número a una cifra situada entre treinta y cincuenta pacientes, lo que ya permitirá comprobar en la práctica las bondades e inconveniencias del sistema. Si, como se espera, los resultados son plenamente satisfactorios, se presentará una comunicación a Ias autoridades sanitarias y a las instituciones competentes en este campo, para que sea ampliado a toda España.El doctor José Sarabia ha sido nombrado por el Hospital Provincial como director del nuevo servicio, y es un ferviente defensor del mismo. Ante todo, el doctor Sarabia insiste en que los enfermos siguen dependiendo a todos los efectos del hospital, es decir, están hospitalizados, aunque sea en su propia casa, y por tanto es el hospital quien tiene que darles el alta definitiva, momento en que vuelven a pasar a manos de su mdico de cabecera y a los circuitos habituales de asistencia ambulatoria.

Las ventajas del nuevo sistema son varias e imortantes. En primer lugar, según el doctor Sarabia, que el enfermo pasa los últimos días de su convalecencia en su ambiente familiar, lo que está comrobado que acelera su recuperación, al tiempo que se conviert a su familia y seres queridos en protagonistas, y no en meros visitantes pasivos, de la última fase de la curación. Es también indudable la ventaja que supone para el centro hospitalario, puesto que al tener una cama libre puede atender a otro paciente de los que aguardan en lista de espera o a un ingreso por urgencias. Y tampoco es desdeñable el ahorro económico que representa. Los estudios teóricos han demostrado que la asistencia a domicilio conlleva un gasto situado en el 25% del total que supondría si permaneciera hospitalizado en el centro. No hay que olvidar que el precio de una cama por día supera ya, en el Hospital Provincial, las 11.000 pesetas.

Conformidad del paciente

Hasta ahora, el servicio cuenta con tres médicos, incluido el doctor Sarabia, como jefe del mismo, siete enfermeras y cuatro auxiliares clínicos, además de una asistenta social. Cualquier médico del hospital que considere que uno de sus pacientes está en disposición de terminar la convalecencia en su casa, lo comunica al servicio. Este solicita la autorización del paciente en persona o algún familiar allegado para que el traslado se efectúe, y simultáneamente la asistenta social observa in situ las condiciones familiares, en cuanto a buenas o malas relaciones humanas, y si la vivienda en cuestión ofrece unas condiciones aceptables como mínimo de habitabilidad y limpieza. Si el informe de la asistenta social es positivo, y cumplidos los anteriores trámites, el enfermo es trasladado a su casa. Desde entonces, y hasta el momento del alta definitiva, un médico le visitará al menos, y esta es una norma obligatoria, dos veces por semana, y siempre que sea necesario según evolucione su recuperación. La enfermera hará una visita diaria, por lo que en ningún momento el paciente tendrá una sensación de desamparo, que hay que evitar a toda costa.El sistema de hospitalización a domicilio lleva practicándose en Estados Unidos desde hace cuarenta años, aproximadamente, y se ha ido extendiendo paulatinamente a todo el mundo occidental, aunque los países en que está más firmemente implantado son Francia, Inglaterra y Canadá. En París, 5.000 pacientes están siendo tratados por este procedimiento.

Reacciones de rechazo

En España, este es el primer intento que se produce, y, desgraciadamente, no cuenta con el beneplácito de la Seguridad Social, que, en opinión de fuentes del Hospital Provincial, se muestra extrañamente reacia a cualquier innovación, y no ha aceptado siquiera estudiar a fondo las características del sistema. Esto es una dificultad muy seria, puesto que en estos momentos el Hospital Provincial sólo puede exi ender la hospitalización a domicillo a los pacientes que provienen de la beneficencia, y no a los de la Seguridad Social, que son la gran mayoría de los ingresados en el centro.Curiosamente, entre los mismos médicos se han suscitado también reacciones de rechazo. La dirección del Hospital Proviricial estima que provienen de facultativos encerrados en una postura cómoda, que se refleja en la argumentación de que «los médicos deben preocuparse sólo por la salud de los enfermos», lo que es cierto, pero no es menos cierto que la curación admite formas distintas al ingreso en un centro hospitalario hasta su curación total, y esas formas hay que experimentarlas y desarrollarlas si, como es el caso, también aseguran la atención al paciente y además generan un ahorro económico que puede aplicarse a mejorar la situación sanitaria general.

Lo que sí es cierto es que la hospitalización a domicilio tiene unos límites claros. En ningún caso serán objeto de aquélla enfermos aquejados de procesos contagiosos, psiquiátricos, insuficiencia renal crónica o enfermos crónicos no descompensados. En cambio, caen plenamente dentro de las posibilidades de la hospitalización a domicilio los; pacientes que se encuentran en fase secundarla de una enfermedad aguda o con reagudización de una enfermedad crónica, o los traumatismos con posterioridad al cuadro inicial agudo.

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