Los editores de diarios defienden el libre acceso a la profesión periodística

Como «un congreso de profesionales, más que de políticos», en el que «se han propuesto más líneas de acción que nunca», han calificado las sesiones de trabajo, recién terminadas en Madrid, los responsables españoles de la Federación Internacional de Editores de Diarios. Y la primera línea es la lucha por «el libre flujo de la información frente a las restricciones impuestas por Gobiernos y organismos internacionales». Al término de este del Congreso, la junta directiva de la FIEJ, que ha defendido el libre acceso a la profesión, permanece inalterable, continuando como representante español Luis Bergareche, presidente de la Asociación de Editores Españoles.

Los miembros de la FIEJ presentes en Madrid, de acuerdo con la declaración de libertad informativa adoptada el 17 de mayo pasado en Talloires (Francia), por editores y periodistas de América, Africa, Asia y Europa, manifestaron su intención de vigilar cualquier restricción oficial al libre flujo de noticias y opiniones.Según la FIEJ, la definición de una Prensa libre «no se fundamenta en las acciones de Gobiernos y organismos internacionales, sino en la profesionalidad, vigor y valentía de los periodistas individuales, que aceptan libremente sus deberes y sirven a la comunidad informando libre y abiertamente ». Y esta libertad, estiman los editores, debe concretarse también en la posibilidad de cualquier persona de acceder sin cortapisas al ejercicio de la profesión periodística.

Con respecto a la independencia deseable de las empresas informativas, confían en la publicidad «como un servicio al consumidor, que constituye un soporte Financiero esencial para una Prensa fuerte y autosuficiente». Concepto no asumido en algunos países, y tal es el caso de Portugal, a cuyo Gobierno apela la FIEJ.

Para clarificar las necesidades y características del sector periodístico, «que debe contribuir junto a los medios audiovisuales, al mantenimiento de una sociedad libre y culta», la FIEJ ha emplazado a sus miembros a la creación de un comité, que se ocupe de la formación de las gentes que trabajan en Prensa. Además, estaría en contacto con otras instituciones internacionales, asociaciones de editores y escuelas de periodismo, «a fin de investigar y formular conjuntamente los requisitos de las diferentes funciones en una empresa editorial moderna».

Es precisamente la cooperación internacional entre las distintas empresas periodísticas lo que propugna la FIEJ, pero no según la política de la Unesco u otras organizaciones que, «en vez de reguiar el contenido de las noticias y el comportamiento de los periodistas», opina dicha Federación que «se trata de buscar soluciones prácticas a problemas tales como la mejoría de la capacitación profesional, el incremento de los intercambios profesionales y las transferencias de equipo, la reducción de tarifas de comunicación, el abaratamiento de los productos impresos y la eliminación de todas las barreras de los medios de comunicación».