_
_
_
_

Cinco soldados británicos, muertos por atentado del IRA en el Ulster

Andrés Ortega

Cinco soldados británicos murieron ayer en Irlanda del Norte en la explosión de una mina de gran potencia que había plantado el Ejército Republicano Irlandés provisional (IRA).

El atentado, en vísperas de elecciones municipales en la región y con Raymond McCreesh en su 59 día de huelga de hambre y ya cercano a la muerte, no ha sorprendido, pues se esperaba una acción de este tipo por parte de los provisionales desde la muerte de Bobby Sands.

El atentado, hacia las 10.30 horas (11.30, hora de Madrid) ocurrió cerca de Carnlough, la ciudad natal de McCreesh, en el condado de Armagh. La mina, de media tonelada, estalló destrozando el vehículo blindado en el que, en patrulla regular, se desplazaban cinco soldados de las reales chaquetas verdes, que fallecieron en el acto. Los restos del vehículo y de sus ocupantes estaban espercidos a la redonda.

Durante el entierro de Bobby Sands, los provisionales ya avisaron que a su debido tiempo responderían a su estilo. Sin embargo, en el contexto de las huelgas de hambre, con las muertes de Sands y de Francis Hughes, los provisionales habían alcanzado el punto culminante de la victoria. Habían conseguido una victoria propagandística e incluso forzado a que se volviera a debatir el tema norirlandés en Londres, con miembros del Partido Laborista, señalando que la oposición podría cambiar su actitud y terminar con el acuerdo con el Gobierno sobre la cuestión del Ulster.

Máxima tensión

El atentado de ayer, uno de los más sangrientos de los últimos años, viene a poner en veintiséis el numero de muertes violentas desde que comenzó la actual ola de huelga de hambre el pasado 1 de marzo, y contribuirá a recrudecer las tensiones entre las dos comunidades norirlandesas que hoy van a las urnas, para elegir a sus representantes municipales.Los municipios norirlandeses, desde que Londres tomó el control directo del Ulster en 1972, no tiene prácticamente ninguna autonomía, pero estas elecciones tienen una gran importancia política, con el trasfondo de las huelgas de hambre, de las conversaciones anglo-irlandesas y de las luchas personales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_