El Gobierno descarta un nuevo reajuste de los precios energéticos tras la reunión de la OPEP del próximo lunes
El Gabinete considera que muy probablemente no será necesario modificar ni al alza ni a la baja los actuales precios de los productos derivados del petróleo a menos que los resultados de la reunión ministerial de la OPEP, que comienza el próximo lunes en Ginebra, sean sorprendentes, lo que hoy por hoy no es previsible, según manifestaron ayer a EL PAIS fuentes gubernamentales.
A este efecto, las estimaciones oficiales sobre la reunión de la OPEP apuntan hacia una ligera elevación de los precios más bajos del abanico de los diferentes crudos con una disminución paralela en los más altos. No es descartable, asimismo, una simple congelación de la actual estructura de tarifas de la OPEP.A raíz de las declaraciones del ministro de Industria y Energía, Ignacio Bayón, en el sentido de que los precios de los productos derivados del petróleo podrían experimentar la baja teórica, tal como sucedía en el mercado mundial, los responsables energéticos españoles han descartado últimamente esta opción, dado que la depreciación de la peseta con respecto al dólar (moneda de pago de los crudos) se ha comido literalmente ese providencial descenso en los precios.
En estos momentos, por tanto, la única posibilidad sería un nuevo reajuste al alza de los productos petrolíferos, pero incluso esta opción aparece como muy remota dadas las circunstancias actuales del mercado internacional de petróleo. En este sentido, la OPEP tendría que subir o bajar los precios en porcentajes apreciables para que el Gobierno tome una decisión favorable a las elevaciones o reducciones de los precios de las gasolinas y el resto de los derivados del crudo.
La última subida de los precios de los productos energéticos, anunciado el pasado 13 de marzo, se realizó sobre las bases siguientes: fiscalidad fija según los Presupuestos del Estado para 1981, coste medio del barril de crudo de 36,06 dólares y una paridad de la peseta respecto al dólar de 85,60.
De estas tres variantes que definen el precio de los productos derivados del crudo, una permanece fija (fiscalidad) mientras que las otras dos han variado desde el pasado marzo, o mejor dicho, desde el período previo de dos meses sobre el que se consideró la última subida. Así, los precios de los crudos han experimentado, un ligero descenso, que expertos gubernamentales estiman que ha sido de un dólar en lo que respecta al barril medio de importación por España, mientras que la paridad peseta/dólar ha subido de 85,60 a 90 pesetas, aproximadamente.
De permanecer constantes estas dos variantes es previsible que no se realice ninguna variación en los precios al consumidor, ya que la depreciación de la peseta está siendo compensada con la baja de los crudos. Por otro lado, algunos medios estiman que si bien es cierto que la peseta podría continuar su depreciación, lo mismo podría suceder con el descenso del precio de los crudos. Lo que dejaría las cosas como están.
La reunión de Ginebra
Estos planteamientos, sin embargo, podrían experimentar alguna variación tras la reunión de los ministros de Petróleo de los países exportadores de petróleo (OPEP) del próximo lunes. Pero esto no parece previsible dadas las actuales circunstancias del mercado mundial de crudos y el actual reparto de fuerzas dentro de los trece países miembros del consorcio.Si los precios del crudo han experimentado una baja continuada desde el pasado marzo se debe, en parte, a la política firme que está llevando a cabo Arabia Saudí, tanto en el frente de la producción como en el del precio. El Gobierno de Riad no sólo se niega a subir el precio de su crudo de 32 a 36 dólares (donde está el precio de referencia OPEP), sino que además mantiene un exceso de producción (de 8,5 millones diarios de barriles, que es su producción habitual, a 10,3 millones), con el fin de forzar a sus colegas del consorcio a aceptar su tesis en favor de una reunificación de los precios.
El ministro de Petróleo de Arabia Saudí, jeque Zaki Yamani, principal artífice de esta tesis, mantiene que la actual estructura de precios de la OPEP (que va desde 32 a 41 dólares) es la responsable del actual caos del mercado de crudos y ha forzado a los países consumidores a recortar su demanda. Por culpa del mantenimiento de este abanico irreal en los precios de los crudos, el mercado tiene ahora un excedente de oferta de entre dos y tres millones diarios de barriles, que puede verse incluso elevado a cinco o seis cuando Irak e Irán restablezcan sus niveles prebélicos de producción.
Para remediar esta situación, Arabia Saudí propone una reunificación de precios en torno a la ,base saudí (32 dólares) y con un techo máximo del abanico de calidades no superior a cinco dólares. Es decir, que el precio máximo de la OPEP, incluidas diferenciales y primas, no deberán superar los 37 dólares. A cambio de la aceptación de esta tesis, cuya implementación permitiría posteriormente la introducción de un sistema automático de subidas de precios ya aprobado por un comité de la OPEP, el Gobierno de Riad estaría dispuesto a aceptar recortes en su propia producción de crudo, con lo que se eliminaría ese excedente que existe en el mercado.
Los expertos petroleros -con cuyos análisis coinciden los responsables españoles de este área- estiman que en Ginebra, aunque las cosas no están muy maduras, podría darse algún tipo de compromiso entre Arabia Saudí y los países del área del golfo y los más radicales del norte de Africa, que no quieren oír hablar ni de reunificación ni de baja de precios. Este compromiso vendría por la congelación de la actual estructura de precios, pero con una ligera subida de uno a dos dólares en el precio base saudí, de 32 dólares.
De no alcanzarse este compromiso, la situación de hecho no variaría sustancialmente de este horizonte, ya que la actual tendencia a la baja del mercado está creando una realidad muy similar a la fórmula del compromiso. Así, países como Nigeria o Gabón, con un nivel de precios alto, se han visto forzados a eliminar ciertas primas que cargaban en sus ventas y hasta limar sus precios. Caso obvio es el de Nígeria, que ha pasado de vender su crudo de 41 dólares por barril a 38-39 dólares. Un ejemplo es un reciente contrato con España, que ha experimentado una reducción en el precio original.
La tendencia a la baja del mercado es también la responsable del fracaso del intento kuwaití de cargar una prima adicional de cinco dólares sobre cada barril de crudo que entregaba a cinco compañías internacionales y a países como España e Italia. Kuwalt no sólo ha dejado inalterable el precio antiguo de 35 dólares por barril, sino que se ha visto forzado a reducir sus niveles de producción por falta de compradores. Otro país con problemas de salida para sus crudos es Nigeria, que, pese a ofrecer el mejor petróleo del mercado, ya ha anunciado una reducción en sus volúmenes de producción.
De cara a la reunión de Gínebra es de esperar que estos países que tienen problemas para vender (y que incluyen a Argelia, Libia, etcétera) realicen fuertes presiones ante Arabla Saudí para que limite su producción. No hay que olvidar que mientras los saudíes se pueden permitir el lujo de hacer lo que quieran con su crudo, existen países que, por necesidades financieras perentorias, están forzados a vender todo el petróleo que producen.
La tendencia a la baja del mercado se está notando especialmente en Estados Unidos, donde las compañías atraviesan una situación sin precedentes. Por ejemplo, Exxon y Mobil Oil anunciaron ayer una reducción de sus precios de dos dólares por barril.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.