Localizado en Bélgica un posible abastecedor de armas a ETAm
La policía belga ha detenido a un presunto traficante de armas que, entre otros clientes, abastecía a ETA Militar. Se trata de Jules Bolmain, domiciliado en Verviers, cerca de la frontera alemana, de profesión fontanero, pero «experto» en armamento y explosivos, según fuentes policiales.Bolmain fue arrestado el pasado 5 de mayo, pero hasta ayer las circunstancias de su detención permanecieron en secreto. La operación policial fue posible gracias, al parecer, a una llamada telefónica anónima que alertó sobre la presencia de Bolmain y permitió cogerle «con las manos en la masa». En efecto, los agentes encontraron en su coche nada menos que cuarenta kilos de TNT, cartuchos de dinamita, detonadores y un fusil FAL.
En su domicilio aparecieron más armas y, sobre todo, documentos muy detallados sobre cómo y dónde colocar cargas explosivas para hacer saltar un vehículo.
Según los expertos de la policía belga, el material confiscado constituye «un equipo perfecto para acciones terroristas».
Bolmain ya era conocido por los servicios de seguridad de Bélgica, que le consideran implicado en operaciones de tráfico ilegal de armas. En esta ocasión existen suficientes pruebas contra él como para que no escape sin una buena condena.
El aspecto más importante de esta detención, sin embargo, no es la propia personalidad de Bolmain, sino el eslabón que puede suponer en la investigación de una posible red, mucho más amplia, y sus implicaciones con ETA. Al parecer, Bolmain se limitaba a recoger la «mercancía» y transportarla hasta la frontera francesa.
Al parecer, la policía belga, que actúa en colaboración con la francesa, sigue tres pistas: la República Federal de Alemania, los Países Bajos y la propia Bélgica.
El caso Bolmain ha reavivado en la Prensa belga la polémica sobre la venta ilegal de armas en este país y el asilo encubierto que pueden estar recibiendo militantes de ETA Militar. Medios periodísticos recuerdan que el Ministerio de Asuntos Exteriores Español ha pedido repetidas veces al Gobierno belga un mayor control sobre los refugiados vascos. El problema principal, sin embargo, reside en las enormes facilidades legales que existen en Bélgica para el tráfico de armas, repetidamente denunciadas por el partido socialista, y que convierten en una operación muy fácil «desviar» un cargamento hacia un punto distinto del inicialmente previsto.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.