Los cadáveres de los jóvenes muertos por la Guardia Civil en Almería presentan orificios de balas
Los cadáveres atrozmente calcinados de los jóvenes santanderinos Luis Cobo Mier y Luis Montero García, muertos por la Guardia Civil de Almería en extrañas circunstancias, aparecen sin piernas y sin brazos y tienen visibles orificios de bala en distintos puntos del tronco y del rostro. Ayer, un hermano de Luis Montero, Faustino Montero, un médico psiquiatra de Almería y el abogado criminalista Darío Fernández Alvarez, que ha sido encargado por los herederos de las víctimas de iniciar las medidas procesales pertinentes, pudieron entrar en el depósito de cadáveres, donde fueron testigos de un espectáculo calificado como siniestro.
Los restos de Luis Cobo y Luis Montero salieron ayer tarde, a las seis, por vía aérea hacia Madrid, desde donde hoy, a primeras horas de la mañana, serán trasladados a Santander. El funeral por el primero de los jóvenes se celebrará a partir de las nueve, hora de llegada del avión a Parayas, en la iglesia de las Reparadoras y en privado, al igual que el entierro posterior, en el cementerio de Ciriego. A la misma hora está previsto que se celebren las honras fúnebres por el otro joven trabajador, pero en su pueblo de residencia, a diez kilómetros de Santander, en Herrera de Camargo.La muerte de los tres jóvenes residentes en Santander (el tercero, Juan Mañas fue enterrado, el martes, en Almería, donde había nacido y vivía el resto de su familia) puede desencadenar en Cantabria una serie de medidas de presión si el Ministerio del Interior no cumple las premisas que ayer le formularon los partidos de izquierda y las centrales UGT y CC OO. Esas premisas son el esclarecimiento de las circunstancias que rodearon las muertes de Luis Cobo, Luis Montero y Juan Mañas. exigencia de las responsabilidades a que hubiera lugar e información puntual y rápida a la opinión pública.
En estos términos se expresaron ayer Ias citadas fuerzas, después de conocer otros detalles del trágico suceso. A mediodía se registraron paros de cinco minutos de silencio en FEVE, centro de trabajo de Juan Mañas, paro al que se sumaron los 620 trabajadores de la región y, los casi mil de la vecina Vizcaya. De doce a doce y cinco del mediodía también pararon los trenes que circulaban por ambas reqiones en aquellos momentos. A última hora, el comité de empresa de Corcho (unos 1.300 trabajadores) comunicaba que, en solidaridad con los compañeros fallecidos, pararían también cinco minutos los tres turnos de la empresa, reservándose, de acuerdo con el criterio de UGT, otras medidas de protesta que en los próximos días pudieran adoptarse.
Comunicados de protesta
Se han sucedido los comunicados de protesta de las fuerzas políticas y sindicales de Cantabria, en primer lugar, la oficina de Prensa del PCE, partido en el que militaba Luis Montero, ofrecía testimonios de «la humanidad, tolerancia y espíritu democrático y conciliador» del trabajador fallecido, al tiempo que anunciaba que su sirupo parlamentario no cesaría hasta que el Gobierno ofreciese una explicación del suceso.Por su parte, el Partido Regionalista de Cantabria advertía que «la lucha contra los asesinos, sean o no terroristas, no debe suponer peligro ni merma de la libertad o la seguridad del resto de los españoles, y mucho menos intentando tapar negligencias de la autoridad con el recurso de manchar, con sospechas no demostradas, el buen nombre de las personas», mientras que el comité de empresa de FEVE ha explicado que su compañero se encontraba de permiso reglamentario para asistir a una primera comunión de un hermano en Almería, advirtiendo que las supuestas salidas de la provincia, subrayadas por algún medio oficial «si lo fueran, serían por motivos profesionales, y eso lo podrían atestiguar la jefatura de la FEVE, de la que dependía, y, en cuanto a las que hacía en el tiempo que le permitían sus ocupaciones, está claro que cualquier ciudadano tiene la suficiente libertad para moverse en nuestro Estado».
Iguales criterios sostenía el comunicado de la comisión ejecutiva regional de UGT, que informaba su decisión de exigir al ministro del Interior, con el que ya había entrado en contacto, un esclarecimiento exacto de los hechos y sus correspondientes responsabilidades.
Todos los comunicados insisten en su rechazo del terrorismo («que hemos condenado reiteradas veces, la última el día 8», dice el comité de empresa de FEVE), pero advierten que «hechos como este de Almería son injustificables, a no ser que se nos den unas razones que puedan abrirnos alguna luz».
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