La Admumtracion hispana teme un nuevo retraso en la negociación con la CEE

Gabriel Ferrand de Alfaro, actual secretario general de la Secretaríade Estado para las Relaciones con la CEE, ha sido nombrado embajador de España ante las Comunidades Europeas. Esta nominación, con la que se cubre un vacío diplomático de cerca de dos meses, coincide con la llegada a la Presidencia de Francia del líder socialista François Mitterrand, cuya elección ha provocado en medios políticos y diplomáticos de la capital española una seria preocupación ante la posibilidad de que las negociaciones para el ingreso de España en la CEE se vean sometidas a un nuevo retraso político y de calendario.El presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo; el ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, y el secrztario de Estado para las Relaciones con la CEE, Raimundo Bassols, han mantenido conversaciones entre ellos sobre la perspectiva comunitaria ante el importante relevo ocurrido en la Presidencia francesa, y han convocado a sus primeros colaboradores para debatir este tema, sobre el que el ministro de Asuntos Exteriores elevará próximamente un informe al Consejo de Ministros.

Hasta el momento, en Madrid no se tienen detalles sobre cuál será la política europea de Mitterrand, y tan sólo se cuenta con una declaración preelectoral en la que se señalaba que el líder socialista era favorable al ingreso de España, pero después de una negociación condicionada en los ámbitos agrícola, industrial yregionaI. Mitterrand no ha descubierto sus cartas sobre el fondo de la cuestión, y no se espera que lo haga pata antes de las próximas elecciones legislativas francesas.

Otra incógnita que se cierne sobre la actitud de Francia se refiere al nombre del que será futuro ministro de Asuntos Exteriores del país vecino. En la tarde de ayer se daba como bueno en el palacio de Santa Cruz el rumor, casi confirmado en París, de que Claude Chaysson, actual comisario europeo de Francia, ocupará el primer sillón del Quai d'Orsay, en París.

Ferrand, diplomático eficaz

Gabriel Ferrand, diplomático de carrera y hombre que se ha ocu pado de los temas comunitarios, tanto en Madrid corno en la capital belga, es uno de los más eficaces expertos españoles en cuestiones políticas y económicas de la CEE y ha participado, desde 1971 -fecha en la que ocupó en la embajada ante las Comunidades el puesto de consejero-, en la casi totalidad de las negociaciones habidas entre España y la CEE. En la actualidad ocupaba el puesto de secretario ge neral o subsecretario del máximo organismo administrativo en las relaciones con la Europa comunitaria, que ahora dirige el secretario de Estado y ex embajador en la CEE Raimundo Bassols.

El nombramiento de Gabriel Ferrand está pendiente -según se supo de medios diplomáticos europeos- del plácet que deben conceder los Gobiernos de los diez países de las Comunidades Europeas, a través de un largo proceso que sancionará el Consejo de Ministros de la CEE y que culminará con la acreditación del diplomático español ante las instituciones comunitarias. De todas maneras, se da por hecho que el proceso culminará sin problemas en los próximos días y que Ferrand será designado en breve oficialmente por el Consejo de Ministros.

En todo caso, su primera tarea en Bruselas será la de detectar el impacto en la Comunidad del relevo en la Presidencia francesa.

En la actualidad, las negociaciones hispano- francesas estaban pendientes de su reanudación definitiva al comienzo del próximo otoño, y una vez que la Comisión Europea terminara su informe sobre la reforma de las políticas agrícola y presupuestaria de la Comunidad. Las elecciones francesas eran, por parte del ex presidente Giscard d'Estaing, otro de los ar gumentos para el retraso de la apertura definitiva de estas negociaciones, que hasta el momento tienen aparcado el capitulo agrícola, que es el más importante. La perspectiva de nuevas elecciones legislativas en Francia puede ser indicativo de un nuevo retraso del calendario negociador. El aparato cornunitario se verá, en cierta manera, bloqueado por la inestabilidad francesa, y además habrá que esperar a ver con qué mayoría legislativa podría el presidente Miterrand hacer aprobar por la Asamblea gala el final de la negociación hispano-comunitaria.