Unión Eléctrica obtuvo casi.6.000 millones de pesetas de beneficio

Unión Eléctrica Obtuvo un beneficio neto de 5.824 millones de pesetas en el ejercicio correspondiente a 1980, y repartirá un dividendo líquido del 10% anual por acción, después de haber incorporado al mismo el importe de la prima de asistencia a su junta general que acostumbraba a satisfacer anualmente. El incremento del beneficio sobre el ejercicio del pasado año fue del 15,3 %.Los resultados de Unión Eléctrica están en línea con los habituales de las empresas del sector que, como consecuencia del fuerte cambio que se está produciendo en las sociedades dedicadas a la transformación de la energía primaria en eléctrica, se ven profundamente afectadas por la evolución de las realidades del mundo de la energía.

Julio Hernández Rubio, presidente de Unión Eléctrica, manifestó ayer, en la reunión informativa previa a la junta, que la empresa se encuentra, en el comienzo del decenio, en el momento histórico en que las fuertes inversiones realizadas en dicho proceso de remodelación comienzan a ofrecer resultados positivos.

La entrada en funcionamiento en mayo del grupo primero de la central nuclear de Almaraz ha sido, en este sentido, proverbial para la compañía, que podría compensar a lo largo del año las compras de energía que ha tenido que realizar -especialmente, el pasado ejercicio, debido al mal año hidroeléctrico-, por importe de unos 29.000 millones de pesetas, para satisfacer la demanda de sus clientes.

Asimismo la empresa está inmersa en unos planes a corto y medio plazo para reducir a mínimos su dependencia del petróleo en su proceso productivo (que ha pasado del 23 % en 1970 al 14,4 % en 1980 y será del 8,2% a final de la década) por medio de la próxima entrada en funcionamiento del grupo segundo de Almaraz y de los grupos I y II de la de Trillo. Este último grupo ha recibido aprobación reciente para comenzar su construcción.

Según declaró Hernández Rubio, el cumplimiento de los plazos previstos en el terna nuclear es fundamental para cualquier empresa del sector, ya que un retraso de dos años en la entrada en funcionamiento de una central nuclear supone prácticamente una duplicación de sus costes.

Aparte del tenla nuclear, el presidente de Unión Eléctrica hizo mención de las inversiones realizadas por la compañía en la adecuación del proceso de producción de energía a las necesidades y pautas marcadas en el frente del carbón. Asegurada la financiación de Narcea III y La Robla II, ambas entrarán en funcionamiento en 1984, con aprovechamiento de carbón nacional a bocamina.

En lo que respecta a las tarifas, Hernández Rubio manifestó su confianza en la adecuación progresiva de las mismas a los costes reales, lo que ayudará a acudir a los mercados de capitales.