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Escasa respuesta a la convocatoria de las centrales sindicales en las manifestaciones del Primero de Mayo

Con una participación manifiestamente inferior ala de años anteriores, se celebró ayer en casi todas las capitales españolas la festividad del Primero de Mayo. Según los cálculos más optimistas, en ningún caso el número de participantes en las manifestaciones llega al medio millón de personas, localizándose el mayor número de personas en Madrid (entre 70.000 y 100.000 participantes en la convocatoria unitaria CC OO-UGT).

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Como tónica general se puede hablar de ausencia de incidentes en casi todas las localidades, exceptuando las provincias vascas y algunos conatos en Tenerife y Valladolid. En distintos medios sindicales se mostraba una clara preocupación por esta disminución de, participantes en el Primero de Mayo, y se daban como razones más inmediatas de la falta de interés de los trabajadores la desmovilización casi general a todos los niveles de la sociedad, que ha llevado al desencanto y al pasotisivo, la falta de credibilidad que las declaraciones de los líderes sindicales producen en cuanto a posibles soluciones al desempleo, la ausencia de una fuerte campaña de convocatoria a las manifestaciones por parte de Comisiones Obreras y UGT, y, por último, la coincidencia este año de la fiesta del Primero de Mayo con el inicio de un largo puente vacacional, aprovechado para huir desde las ciudades al campo.En casi todas las manifestaciones, las intervenciones de los líderes sindicales y políticos, las pancartas y los eslóganes cantados eran coincidentes: la lucha contra el desempleo, la*defensa de las libertades amenazadas (con alusiones directas a Tejero y a los sucesos del pasado 23 de febrero), la devolución del patrimonio sindical, y algunos temas que en otras ocasiones han estado oscurecidos por otros más significativo.s, pero que este año tuvieron especial protagonismo: la petición de reducir la jornada de trabajo y eliminar las horas extraordinarias, como fórmulas efectivas para disminuir el número de parados. Destaca en este sentido la repetición en algunas c iudades de una frase pronunciada por grupos de jóvenes: «Si no hay trabajo, nos hacemos delincuentes».

Otra. de las referencias comunes fue la solidaridad con los jornaleros andaluces, con Marinaleda y con las huelgas del hambre contra el hambre. Y al margen de los puntos estrictamente sindicales, gritos en todas las manifestaciones contra la entrada de España en la OTAN. En la convocatoria de Madrid, al finalizar su. intervención Marcelino Camacho y disolverse la manifestación, algunos grupos procedieron a quemar un monigote del Tío Sam ahorcado, protestando por la intervención de Estados Unidos en algunos países latinoamericanos.

En Barcelona, unas 50.000 personas, según fuentes de la Policía Municipal, participaron en la manifestación de CC OO y UGT. Era encabezada por una bandera catalana con la leyenda, en catalán, Viva el Primero de Mayo. Los gritos dominantes se referían a la necesidad de combatir al paro y a la defensa de las libertades democráticas. Junto a grandes grupos que correspondían a las centrales mayoritarias, figuraban infinidad de organizaciones de extrema izquierda, que eran muy activas a la hora de repartir octavillas o de proferir gritos, siempre dentro de un orden total.

Incidentes en Euskadi

En Bilbao, unas 8.000 personas participaron en la manifestación, según informa nuestro corresponsal Javier Angulo. A partir del momento en que la policía disolvió con contundencia a los representantes de la izquierda abertzale radical, que se habían sumado a la convocatoria de CC OO, UGT y ELA-STV, varias personas resultaron heridas de escasa consideración por golpes de pelotas de goma, y tres informadores, debidamente identificados con brazalete, fueron golpeados por la policía en el curso de los incidentes. También hubo algunos enfrentamientos verbales entre los integrantes de la manifestación inicial y miembros de la izquierda abertzale.

En San Sebastián, la Policía Nacional disolvió el bloque de manifestantes de LAB-KAS, que llevaban una pancarta defendiendo la lucha armada, suscrita por ETA Militar y portada por encapuchados. En los actos convocados participaron unas 5.000 personas, informa Victorino Ruiz de Azua. La manifestación, convocada unitariamente, partió del Bulevar. Abría la marcha el bloque de ELA-STV, ampliamente mayoritario; en el bloque de CC OO pudo verse al historiador Manuel Tuñón de Lara. Detrás desfilaron grupos de partidos extraparlamentarios y un bloque diferenciado de LAB-KAS, que coreó gritos contra las extradiciones solicitadas por las autoridades españolas a la justicia francesa.

En Vitoria, alrededor de un millar de personas se manifestaron sin que pudieran finalizar el recorrido previsto, ya que fuerzas de la Policía Nacional disolvieron el segundo bloque de participantes, que lucía algunas banderas republicanas, informa Tonia Etxarri. Un numeroso grupo de manifestantes del primer bloque (de ELA-STV, CC OO y UGT) abandonó el cortejo una vez iniciados los incidentes, gritando Libertad de expresión.

En Pamplona, a los doce minutos de haberse iniciado, la Poiicía Nacional, con disparos de pelotas de goma, disolvió la manifestación. Como consecuencia de la actuación policial, que fue considerada como lamentable por los sindicatos convocantes, varias personas resultaron heridas con contusiones, informa Fermín Goñi. La manifestación había sido convocada por CC OO, UGT y ELA-STV, si bien se habían adherido LAB, CSUT y SU, que llevaban sus propias consignas. En el bloque de LAB, el más numeroso, se repitió con insistencia el eslogan Presoak kalera, amnistia osca (Presos a la calle, amnistía general). A partir de la carga policial se produjeron saltos y barricadas. En el barrio de la Rochapea, unas trescientas personas se manifestaron en la avenida de Marcelo Celayeta, colocando barricadas y protagonizando actos vandálicos.

Andalucía, en calma

Pese a la situación del campo andaluz, no se produjeron íncidentes apreciables en las ciudades andaluzas. Según Efe, entre 30.000 y 50.000 personas participaron en total en las manifestaciones. En Sevilla capital, según nuestro corresponsal José Aguilar, alrededor deseiscientas personas participaron en una concentración convocada por CC OO y UGT, que, ante la coincidencia del Primero de Mayo con la feria, decidieron no organizar la tradicional manifestación. Sí hubo manifestaciones unitarias y con mayor número de participantes en diversos pueblos de la provincia. En Granada, la manifestación concentró a unas 5.000 personas, según Eduardo Castro; en Córdoba, 5.000; en Almería, 1.500; en Málaga, de 7.000 a 8.000 personas, de las cuales alrededor de un millar hizo una marcha a pie de unos treinta kilómetros. Encabezaba la manifestación un grupo de trabajadores agrícolas de Teba, y los gritos más coreados fueron los de Reforma agraria y Trabajo, sí, limosnas, no.

En Valencia se manifestaron unas 3.000 personas, según informa Manuel Muñoz; en su intervención, el alcalde de la ciudad recordó que «la clase trabajadora ha dado la respuesta que merecían los golpistas y los fascistas de este país», y que los ciudadanos de Valencia se reafirmaban en «el derecho a ocupar las calles y a que no nos las ocupen».

Por último, citar Valladolid, con 5.000 personas en la manifestación unitaria, y la detención, al final de la misma, de Doris Benegas, dirigente del MC, al parecer por motivos ajenos a la propia manifestación. En Tenerife, una manifestación convocada por los nacionalistas coincidió en su trayecto con una gran concentración de personas y hubo algunos incidentes, informa Carmelo Martín.

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