Autónomos

Quiero aprovechar la oportunidad que me brinda este maravilloso periódico que es EL PAIS para denunciar un caso que he sufrido y que, por desgracia, no soy el único.Resulta que el día 1 de enero de 1981 tuve que ser operado de urgencia en el hospital Clínico de una perforación de estómago, el día 2 me dieron la correspodiente baja médica, la cual presentó mi familia en la Mutualidad de Autónomos, a los cuales comunicaron que los primeros quince días de la baja no computaban para el posterior pago de mi incapacidad laboral transitoria y que ésta la empezaría a cobrar a los dos meses y medio de la baja.

Bueno, ahí quedó todo, no me parecía lógico, pero, en fin, según está la vida, se espera uno cualquier cosa.

El día 23 de marzo de 1981 me dan el alta y me acerco a la «bendita Mutualidad», extrañado por no haber recibido ninguna comunicación en cuanto al pago de mi enfermedad. Cuál no sería mi sorpresa cuando me persono allí y me dicen que hasta mediados del mes de mayo no recibiría ningún duro, pues esto lleva mucho trámite y papeleo. Les dije que había estado tres meses sin trabajar y que en mi casa no sobraba el dinero, a lo que me contestaron que no iba yo a ser más que nadie y que no les entretuviese más. que había más personas en la cola esperando y tenían que «atender» a todos.

No se conforman estos señores con esto, sino que además la cuota de enero, que no la pagué dentro del plazo. tuve que payarla más tarde con un 20% de recargo, sin haber cobrado todavía una sola peseta de mi incapacidad laboral transitoria.

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