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Detenido un ex legionario francés en relación con el atentado sufrido por la agencia de viajes Transalpino

Un ex legionario francés, llamado Jean Pierre Cheryd, de cuarenta años, fue detenido ayer por la policía como sospechoso de haber colaborado en los atentados sufridos, en la madrugada del domingo, por la agencia de viajes Transalpino, en la plaza de España, y el chalé de su director en España, según informa Efe, que cita fuentes policiales.La misma agencia informativa añade que Cheryd vive legalmente en España desde el fin de la guerra de Argelia, y que fue despedido de la agencia, donde trabajaba, el pasado 19 de marzo, por informalidad en el trabajo, ya que faltaba frecuentemente y había facilitado cinco domicilios -todos ellos falsos-, y por supuestas implicaciones con grupos fascistas italianos.

En una conferencia de Prensa convocada ayer en Madrid, el presidente y consejero-delegado de la compañía turística Transalpino, SA, Nicola Aldo Jannone, cuya sede en la plaza de España fue destruida anteayer por una bomba, desmintió cualquier vinculación de su compañía con grupos políticos. No obstante, Nicola Aldo Jannone aclaró que está convencido de que conoce «al instigador del cobarde atentado», y que así lo ha manifestado a los equipos de investigación de la Jefatura Superior de Policía.

Según Nicola Aldo Jannone, su compañía ha sufrido graves perjuicios a consecuencia de informaciones en las que se la consideraba relacionada con la extrema derecha. Al parecer, todo empezó con la contratación «de un tal Vannoli, al que había conocido en Londres, donde trabajaba para nosotros como colaborador de verano, para regentar la delegación que la sociedad proyectaba abrir en Madrid. Vannoli se encargaba de la contratación del personal. «En el verano de 1976, nuestro apoderado de Palma de Mallorca me dio a conocer un artículo publicado en la ya extinguida revista Cuadernos para el Diálogo, en el que se indicaba que el lugar de encuentro de los fascistas italianos en Madrid era el restaurante El Apuntamento, donde se daban cita miembros del personal de algunas sociedades, entre ellas, la Transalpino. Yo le comenté esto a Vannoli. Me dijo que, en efecto, iba a ese restaurante algunas veces, pero que era únicamente para consumir comida italiana.

Relaciones con grupos extremistas italianos

«Dos empleadas de la compañía me comentaron que Vannoli tenía problemas. Algún tiempo después aparecieron en los periódicos noticias según las cuales nuestra empresa estaba relacionada con la extrema derecha italiana, y en ellas se decía que Vannoli era uno de los lugartenientes de un cierto Della Chiae, jefe de una organización terrorista llamada A Vanguardia Nazionale. También se explicaban las relaciones de otra de las empleadas de la compañía, Sandra Crocco, de nacionalidad italiana, con una persona llamada Massagrar de jefe de la organización Ordine Nuovo. La policía española interrogó durante dos días a la citada Sandra Crocco, a quien despedí, tal como hice con un empleado español que, a decir de los periódicos, era contable de Della Chiae».«En un momento dado», recuerda Jannone, «quedaron en nuestra empresa solamente empleados jóvenes, un agente comercial, un contable casi ciego y Andrea Mieville, que había sido contratada provisionalmente por Vannoli. Más tarde llegué a la conclusión de que aquél era la única persona que podía hacerse cargo de la empresa y le extendí un contrato definitivo, una de cuyas cláusulas decía que el documento no tendría efecto si participaba en cualquier actividad política. En adelante, Mieville desempeñó su tarea con toda eficacia y los periódicos no volvieron a relacionar la compañía con grupos políticos extremistas».

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