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El eurocomunismo y las elecciones francesas

( ... ) Las posibilidades de Giscard d'Estaing de mantenerse en el poder son en el estado actual demasiado inciertas para suscitar sólo audaces suposiciones. El hecho que se desprende del escrutinio es el retroceso del partido comunista. ¿Hay que verlo como un avatar suplementario de ese eurocomunismo, cuya noción misma ha sido contestada antes de ser definida?Las exégesis no faltarán, tanto en Francia como en los países vecinos, pero se puede ya observar que el éxito o el fracaso electoral de los PC europeos es menos asunto de línea que de constancia en su aplicación y organización sobre el terreno. Un partido tan sectario y ortodoxo en su prosovietismo como el PC portugués permanece aislado en el tablero político de su país, pero esto no le ha impedido progresar de un 16,6% de los votos en las elecciones legislativas de 1976 a un 19% en 1979, y luego a descender al 17% en octubre de 1980.

El partido italiano paga todavía el fracaso de su estrategia del compromiso histórico que lo ha llevado del 34,4% de votos en 1976 al 30,4% en 1979. Pero continúa siendo un supergrande ( ... ).

En cuanto a las tentativas de los comunistas españoles de conquistar las simpatías para una política de apertura no le han servido más que para obtener un éxito modesto a su partido, que oscila en los alrededores del 10% de los sufragios y por otra parte, ve su línea desafiada por su filial de Cataluña ( ... ).

Estos ejemplos confirman que la ortodoxia marxista-leninista, la fidelidad o no a Moscú, pesan menos que lo que se supone generalmente en el plan local.

28 de abril

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