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La reestructuración de los grandes astilleros supondrá una reducción de 4.500 puestos de trabajo

Una producción de 430.000 toneladas de registro bruto y unas ventas por 120.000 millones de pesetas son los objetivos para 1983 del Plan de Reestructuración de los Grandes Astilleros del INI, AESA y Astano, que hoy comienzan a negociar directivos de las mencionadas empresas con representantes de UGT, CC OO y ELA-STV.

De cara a la consecución de este plan, que trata de llevar a los grandes astilleros de una situación de fuertes pérdidas a otra de rentabilidad, la propuesta empresarial fija la necesidad de reducir en un 20% las plantillas (unos 4.500 trabajadores), una estricta moderación salarial para los próximos ejercicios y unas pérdidas de AESA y Astano de 20.000 millones de pesetas en 1981, que irían en línea descendente hasta 1984, en que se conseguiría el equilibrio de resultados.Las negociaciones del plan, que hoy se inician, están circunscritas al sector público de los grandes astilleros (instalaciones de AESA en Vizcaya, Cádiz y Sevilla, y de Astano, en El Ferrol). No entran en el plan los astilleros de menor dimensión, tipo Juliana o Barreras, ni los del sector privado. También se han excluido de las negociaciones los astilleros Bazán, por entender que esta empresa nacional está sujeta a la demanda de la Armada y, por tanto, depender de los presupuestos que anualmente se aprueben para defensa.

Responsables del INI remitieron ayer a los sindicatos un estudio sobre la situación actual de AESA y Astano y su evolución en los últimos cinco años. En este período se ha registrado en el mercado internacional de astilleros una disminución de la demanda, un aumento de la oferta -con entrada de terceros países- y un cambio sustancial en los productos solicitados por los armadores.

En el caso de los dos grandes astilleros mencionados, la actividad productiva cayó de forma apreciable desde 1975, fecha en que se alcanzó el máximo histórico de 584.000 toneladas de registro bruto construido (TRBC), hasta el año 1980 en que se llega a un mínimo de 220.000 TRBC. El informe señala también que mientras la cifra de ingresos se ha mantenido estable durante los seis últimos años, los gastos de personal se han incrementado de forma desmesurada, situándose por encima del 50% de los ingresos.

Fuentes de AESA, una de las empresas afectadas por la reestructuración, insistieron en que es necesario reducir los gastos de personal a un nivel inferior al 25% del volumen de ventas, para lo que es imprescindible una reducción del personal del orden del 20% de las plantillas y un control de los incrementos salariales «que en ningún caso podrán superar el 10% anual».

Las citadas fuentes, refiriéndose a la reducción de plantillas, señalaron que parte de los trabajadores afectados podrían ser reciclados hacia otras actividades de las empresas, de acuerdo con la puesta en marcha de un plan de descentralización y autonomía de actividades auxiliares en AESA y Astano. Ambas empresas, en los últimos años, se habían visto forzadas a seguir la política contraria y habían absorbido algunas empresas auxiliares. Uno de los problemas claves en este terreno ha sido el incremento de los costes fijos sobre los variables.

Referente a los gastos financieros, el informe de AESA y Astano pone de manifiesto la dependencia de ambas empresas de la financiación ajena y su influencia en los resultados de explotación, que han alcanzado unas pérdidas de 28.800 millones de pesetas en 1980 y una deuda acumulada superior a los 95.000 millones de pesetas.

Plan de saneamiento

En el último ejercicio ha aumentado la producción y los pedidos. Estos datos, según las fuentes de AESA, se traducirán en una importante mejoría en los próximos ejercicios. La financiación de las ventas de buques al exterior y la evolución de los cambios monetarios han sido factores decisivos para esta ligera mejoría del sector.La descentralización y mejora de la gestión, junto a la diversificación de productos, son dos objetivos empresariales de cara al saneamiento de AESA y Astano. La producción de estas dos empresas, según el informe elaborado por las mismas, deberá pasar de 385.000 TRBC, en 1981, a 430.000, en 1982 y 1983. Las ventas, por otra parte, deberán pasar de 82.000 millones de pesetas en este año a 103.000 millones en 1982 y a 120.000 millones en 1983. El Estado, sin embargo, deberá seguir haciéndose cargo de los déficit de explotación hasta 1984, y los fondos propios deberán recomponerse en cerca de 60.000 millones de pesetas en los próximos tres años. Todas estas previsiones se basan en el mantenimiento de la tendencia actual, en volumen y distribución (40% mercado interno) y 60% exportación), en los pedidos.

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