Estancadas las negociaciones tripartitas sobre el paro

Las negociaciones para conseguir un acuerdo global sobre el empleo entre Administración, centrales sindicales y patronal van a «paso lento», según las fuentes más optimistas (la Administración), o se encuentran «completamente estancadas», según algunos portavoces sindicales o patronales.La Confederación Española de Organizaciones Empresariales celebró ayer una reunión extraordinaria de su comité ejecutivo, cuyo tema monográfico fue el de las negociaciones sobre el paro. Al final de la misma, la patronal convocó para hoy mismo a una nueva reunión bilateral a UGT. En ella se profundizará en el punto cuarto del acuerdo-marco interconfederal suscrito por ambas organizaciones, y que se refiere al empleo. Todo esto da a entender que CEOE y UGT pretenden adelantar sus conversaciones, al margen de la convocatoria inicial tripartita sobre el empleo. Esta negociación bilateral paralela pretende conseguir resultados modestos, pero al menos efectivos, que impidan el desencanto final que se puede producir si la negociación oficial finalizase, como algunos temen, en un completo fracaso.

Aunque tampoco se ha sabido nada sobre la penúltima reunión del comité ejecutivo de la CEOE, celebrada el pasado martes, el Servicio Empresarial de Noticias, portavoz de la patronal, hizo pública una nota en la que se afirmaba que «la opinión generalizada en medios de la CEOE, si bien sus órganos de gobierno no se han pronunciado oficialmente, es que todavía no se puede decir que existan negociaciones serias sobre este tema, ya que las conversaciones que han tenido lugar hasta la fecha son cada vez más confusas respecto de las intenciones del Gobierno y de los sindicatos». Por lo que respecta a la CEOE, se espera que en los próximos días se podrá llegar a una mayor concreción con relación a los compromisos que en materia de empleo asumieron CEOE y UGT con motivo de la rúbrica del acuerdo-marco interconfederal.

Además de este malestar por la confusión y las falsas expectativas que las negociaciones tripartitas están levantando, y que EL PAIS confirmó ayer, en medios de la patronal se sigue esperando una mayor definición de la política económica que el Gobierno pretende desarrollar para generar empleo, en orden a unas recomendaciones de contención salarial (el incremento a los funcionarios serviría de pauta) y a las medidas efectivas de control del gasto público, especialmente en su componente corriente, y de la Seguridad Social.

Comisiones Obreras, que en su comité ejecutivo criticó las «reiteradas reservas de la patronal para lograr un acuerdo sobre empleo», sigue que la revitalización de reuniones bilaterales CEOE-UGT, dentro del contexto del AMI, signifique la pretensión de marginar «a la central sindical más representativa de acuerdos generales sobre el empleo». Camacho afirmaba ayer, en unas declaraciones a Efe, que «la Administración tiene buena disposición para el diálogo, ya que es consciente de la gravedad del problema del paro en España». Y la Administración, por su parte, por boca de algunos de sus representantes, continúa insistiendo en que las negociaciones tripartitas van por buen camino y se acelerarán la próxima semana.

Así pues, en una escena con cuatro personajes, la Administración, la patronal y las dos centrales sindicales, la política de alianzas aparenta ser la siguiente: CEOE y UGT, en el contexto del AMI; y Comisiones Obreras y la Administración, en busca de un plan general sobre el empleo. Hace unos días, se hacía pública la firma de un acuerdo sobre el empleo en Cataluña, firmado por Fomento del Trabajo Nacional, la patronal catalana confederada a CEOE y UGT.

La próxima semana está prevista otra reunión bilateral entre Comisiones y UGT, y de ambos sindicatos con la Administración.

Al margen de las múltiples lecturas que tiene esta política de alianzas, todas las partes consideran que la última oportunidad de salvar unos resultados aceptables a nivel general sobre el empleo sería una reorientación de las negociaciones con muchas más aportaciones técnicas sobre la mesa, y, sobre todo, con la voluntad política de todas las partes en conseguirlos.