Asturias aumentará la potencia de sus centrales térmicas un 125%

Asturias aumentará la potencia instalada de sus centrales térmicas en un 125% en los próximos tres años, con el consiguiente beneficio del canon eléctrico y con una creciente contaminación atmosférica en la otra cara de la moneda.

Este mismo año entrará en funcionamiento el grupo térmico Lada IV, de Hidroeléctrica Española (Hidrola), con 350 megavatios. En 1984 lo harán Soto III, de Hidroeléctrica del Cantábrico, Hidrola y Electra de Viesgo, y Narcea III, de Unión Eléctrica, con 350 megavatios cada uno. En 1985 estará finalizado el grupo Abono II, de Hidroeléctrica del Cantábrico, con 550 megavatios. Las térmicas actualmente en funcionamiento (Narcea, Ujo, Lada, Soto Ribera, Abono y Avilés) totalizan 1.286 megavatios.Con los nuevos grupos casi se triplicará el consumo de carbón, que alcanzará los siete millones y medio de toneladas anuales en 1984, año en el que Hunosa pretende elevar su producción a 4,7 millones de toneladas, de las cuales deberá destinar aproximadamente un 50% a la siderurgia. Este es el argumento de la Administración para justificar su marcha atrás en la construcción de la térmica Nalona, en Langreo, por parte de las empresas nacionales EN DESA y Hunosa. Esta central, que debería entrar en funcionamiento en 1985, según el Plan Energético Nacional, ha sido sustituida por el nuevo grupo de Soto de Ribera. Las empresas eléctricas se opusieron a la concesión de la térmica a Hunosa, mientras que los sindicatos la reclaman con insistencia en las negociaciones del plan de reconversión de la empresa nacional hullera. La insuficiente producción de la minería en Asturias, región que posee el 40% del total de las reservas españolas de hulla más antracita, hace necesaria la importación de carbones, que se realizará en barcos de unas 150.000 toneladas de peso muerto por el puerto de Gijón. Para asegurar el suministro de carbón ha sido constituida la sociedad estatal Carboex, que recientemente amplió su capital de ochenta millones de pesetas a 975 millones, ampliación en la que participaron Hunosa, Encasur y Enpetrol.

A efectos del canon eléctrico, Asturias pasará de una potencia total compensable, por la producción de energía, de 2.165.689 kilovatios en 1980 a 3.810.689 kilovatios en 1987. Suponiendo un precio medio del kilovatio/hora de 4,9 pesetas, esta región percibiría en concepto del canon eléctrico 1.876 millones de pesetas el año pasado y 3.405 millones en 1987, según los cálculos de Enerpress.

Los partidos políticos que actualmente discuten la. elaboración de un plan económico regional para Asturias no se han puesto de acuerdo sobre el destino del canon que comenzarán a percibir las diputaciones por primera vez en el segundo trimestre de este año, según fuentes del Ministerio de Industria. Asturias producirá en 1984, aproximadamente, el 15% de la energía eléctrica nacional de origen térmico.

Junto a la compensación del canon de carbón es preciso tener en cuenta el impacto ambiental del uso masivo del carbón como combustible de las térmicas, aspecto sobre el que acaba de llamar la atención León Garzón, catedrático de Energía Nuclear de la Escuela Superior de Ingenieros de Minas de Oviedo. Garzón estima que hubiera sido necesario realizar un estudio previo de la ubicación adecuada de los nuevos grupos térmicos que tuviera en cuenta criterios de índole meteorológica para que las condiciones de difusión de los diversos contaminantes vertidos a la atmósfera fuesen favorables y no provocaran elevadas inmisiones, en vez de situarlos, como se hizo, junto a los grupos ya existentes.

El delegado provincial de Industria, Amando Sáez Sagredo, aseguró a EL PAIS que el impacto ambiental será mínimo con la aplicación de los modernos sistemas anticontaminantes.

Aumentos de producción y caída del empleo en la minería del carbón

El aumento de la producción hasta casi veintiocho millones de toneladas y el descenso del empleo en 494 personas son dos de los principales datos aportados por la minería del carbón el año pasado, extraídos de las estadísticas facilitadas a Europa Press por la Federación Nacional de Empresarios de Minas de Carbón (Carbunión).

La producción ha sido de 8,7 millones de toneladas en hulla, con aumento del 8,5% sobre el año anterior; 14,9 millones en lignito, con incremento del 38,8%, y de 3,8 millones en antracita, el 2,3% más que en 1979. La mayoría de estas producciones se destinó al suministro a centrales térmicas.

En cuanto al personal ocupado, aumentó un 4,2% en antracita (de 9.954 a 10.369 personas) y descendió el 2% en hulla y el 3,2% en lignito (respectivamente, de 34.030 a 33.358 y de 7.518 a 7.281 personas). Sin embargo, los costes de este personal aumentaron todavía el 24,6% en antracita (hasta 12.118 millones de pesetas), el 15,5% en hulla (hasta 43.247 millones) y el 13,8% en lignito (hasta 9.900 millones de pesetas).

El número de horas trabajadas descendió en los tres casos: 3,8% en antracita, 11,9% en hulla y 14,2% en lignito. En cuanto al absentismo, descendió el 5,7% en antracita, aumentó el 1, 1 % en hulla y creció el 4,9% en lignito.