La dimisión de Arrupe, tema de su entrevista con el Papa
Siguen las especulaciones desatadas tras la entrevista de Pedro Arrupe con Juan Pablo II el pasado lunes, que duró tres cuartos de hora, más otras dos horas largas que pasó con diferentes autoridades del Vaticano. Aunque no ha habido ninguna comunicación oficial, se sospecha que el tema ha sido el relevo del actual general de la Compañía de Jesús, así como la reciente carta sobre las relaciones de los jesuitas con el marxismo.Contrasta la duración de esta entrevista con la sostenida el verano pasado, que no llegó al cuarto de hora. Como se sabe, el Papa está en desacuerdo con la actitud comprometida de los jesuitas en América Latina y en otras latitudes, fieles al espíritu de Pedro Arrupe, que quiere a los jesuitas en la frontera del diálogo.
Cargo vitalicio, quince años de ejercicio y renuncia
El cargo de prepósito general de la Compañía de Jesús es vitalicio, pero Pedro Arrupe ha presentado su dimisión, tras quince años de superior general. Es el primer caso desde que se fundara, en el siglo XVI, si exceptuamos los casos en los que la compañía fue disuelta y el caso de aquel general depuesto por el Papa y que murió en las mazmorras del castillo de Sant 'Angello. Pero para que su dimisión sea aceptada, es necesario convocar una congregación general, que Juan Pablo II no ha autorizado hasta ahora.Una asamblea de esta categoría pondría ante la opinión pública el espectáculo de un colectivo plural y crítico en muchos sectores, que no es precisamente lo que ahora luce en Roma. Por otro lado, el papa Wojtyla ha dado a entender que prefiere otra solución, por ejemplo, nombrar a un vicario general de su confianza, adjunto al actual prepósito general. Aunque se ha barajado la posibilidad de que fuera un no jesuita, llegándose a hablar de un agustino recoleto, parece poco probable que no fuera jesuita.
