Huelga en los transportes dependientes del Gobierno vasco
Los trabajadores de medios de transportes dependientes del Gobierno vasco secundaron ayer, de forma general, un paro de veinticuatro horas para presionar a la Administración autónoma en las negociaciones del convenio colectivo. Otro paro similar se efectuó el sábado. La huelga afectó al ferrocarril Bilbao-San Sebastián-Hendaya, a las líneas de Bilbao a Algorta y Plencia, Lezama, Sondica y Bermeo, así como a los autobuses de la margen derecha de la ría bilbaína, que suman en total 1.200 empleados.
El conflicto, que se prolongará con nuevas huelgas los días 10 y 15, en caso de no llegarse a un acuerdo, arranca de las diferencias entre la plantilla y la Consejería de Transportes en lo que se refiere al aumento salarial, que los trabajadores cifran en un 15%, para compensar la carestía de la vida, y la Administración autónoma limita al 12%, de acuerdo con las previsiones presupuestarias y el tope máximo impuesto al resto del personal de su dependencia.Otro motivo de enfrentamiento es la equiparación de categorías y haberes entre las distintas líneas que fueron transferidas al Gobierno vasco, cuyo coste calculan los trabajadores en unos treinta millones de pesetas, mientras la Administración autónoma ofrece la mitad.
La huelga se hizo sentir especialmente en las líneas de ambas márgenes de la ría bilbaína y en la de San Sebastián a Hendaya, que cada día transportan decenas de miles de trabajadores desde las ciudades-dormitorio a las zonas industriales. La ausencia de servicio provocó ayer grandes embotellamientos, por lo que resultaron afectados unos 100.000 usuarios del servicio en huelga.
Por su parte, el Gobierno de Euskadi hizo saber en un comunicado que carece de competencias para imponer la prestación de servicios mínimos durante paros laborales en empresas de utilidad pública.
Por otra parte, los trabajadores de la compañía que cubre el servicio de autobuses desde San Sebastián a Lasarte y Tolosa iniciaron ayer una huelga indefinida para apoyar sus peticiones en la negociación del convenio.
La plantilla reivindica un aumento del 17%, con lo que sus salarios se situarían en un nivel semejante a los de otras empresas del sector. Piden también jornada de 42 horas semanales y reducción de las horas extras.
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