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Resuelto un caso de homicidio a un taxista ocurrido en agosto pasado

Después de una compleja investigación, los inspectores de la comisaría de Chamartín han logrado resolver el caso de la muerte de un taxista en el parque del Conde de Orgaz y detener a sus presuntos responsables. Uno de los detenidos disparó contra la víctima, a la que previamente su cómplice y él habían despojado de la recaudación de la jornada, alrededor de 1.600 pesetas. Se supone que la misma banda está implicada en otros robos con intimidación.El 11 de agosto dé 1980, el taxista Martín Crespo Elvira fue encontrado muerto, de madrugada, dentro del interior del automóvil que conducía, en el parque del Conde de Orgaz. Las pesquisas han llevado a la puntual reconstrucción del crimen. Enrique Baret, de veinticinco años, y Vicente Raúl Izquierdo, de diecisiete, habían subido al taxi en el camino de la Cuerda. Hicieron un largo recorrido por varias calles de la capital. Finalmente llegaron al parque del Conde de Orgaz, donde ordenaron al conductor que se detuviera.

Seguidamente, Baret encañonó al taxista con una pistola y le exigió la recaudación. Al parecer, Martín Crespo hizo algún movimiento brusco. Baret disparó entonces el arma, aunque el proyectil no alcanzó al taxista, sino que perforó el techo del vehículo. El taxista les entregó 1.600 pesetas, pero dicha cantidad les pareció pequeña, por lo que le golpearon y, a continuación, dispararon contra él. Antes de huir registraron infructuosamente el cuerpo de la víctima.

Varios meses de investigaciones de una serie de delitos similares han permitido una solución final del caso. Los agentes han detenido también a Emilio Martín Luna, de dieciocho años. Portaba dos pistolas, una de ellas de fogueo, y un revólver. Se acusa a los arrestados de siete atracos, aunque se sospecha su participación en muchos otros.

Interviene un helicóptero en la detención de unos atracadores

La intervención de un helicóptero policial supuso la rápida neutralización de un atraco a un banco, en la mañana de ayer. Los agentes que participaron en la búsqueda y captura de dos de los tres asaltantes que habían perpetrado el hecho mantuvieron una larga y accidentada persecución que, después de varias colisiones del vehículo que utilizaban los fugitivos, concluyó en un choque final contra unas vallas y en el posterior arresto.

Tres atracadores, dos de ellos armados respectivamente con una escopeta y una pistola, entraron en la sucursal de la Caja de Ahorros de la calle de Añastro, 25, provistos de dos bolsas de plástico. Después de intimidar a los empleados, se apoderaron de 900.000 pesetas disponibles en la ventanilla de caja. Repartieron el botín entre las dos bolsas y huyeron en un Renault 18 metalizado. La alarma del banco había sido activada con gran celeridad. Poco después, un coche radio-patrulla Zeta y un helicóptero policial avistaron el vehículo en que huían los atracadores. En el transcurso de la persecución, el automóvil de los fugitivos chocó varias veces contra otros aparcados en el largo trayecto, pero, a pesar de la gran velocidad que le imprimían, no lograron despistar en ningún momento a las unidades policiales. Finalmente, el coche se estrelló contra unas vallas en la calle de Cuevas de Almanzora. Los atracadores se dispersaron en distintas direcciones.

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Algunos minutos después, uno de ellos, Victoriano Cano, de diecisiete años, fue localizado y detenido en una iglesia, y otro, Antonio Viloria, en una vivienda. La policía ha recuperado 495.000 pesetas contenidas en una de las dos bolsas, y una escopeta del calibre 12. El tercer atracador seguía siendo intensamente buscado ayer.

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