La solución no es el látigo
Recientemente vemos por la televisión campañas de seguridad e información, las cuales creo que son necesarias como reflexión, pero me sorprendió el haber llegado al extremo de pedir que se respete una prohibición, el semáforo en rojo, para evitar accidentes. Primero pasamos de pasos de cebra, después de precauciones y ahora de peligros.Yo particularmente, quiero contribuir dando mi opinión; creo que el problema lo protagonizó el S. P. (profesionales del volante); este título se demuestra cumpliendo todas las normas, la mayoría hacen lo contrario y es por lo que empezó el caos, que continúa. Espero que todos pongamos nuestro grano de arena, sirviendo para demostrarnos que la solución no está en el látigo, sino en la conciencia cívica y el respeto mutuo. /