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La discoteca Eslava-Joy será clausurada el lunes provisionalmente

La discoteca Eslava-Joy, instalada en el edificio del antiguo teatro Eslava, en la calle del Arenal, será clausurada el próximo lunes, según se desprende de la orden en tal sentido firmada ayer por el concejal presidente de la Junta Municipal del distrito Centro, Juan Francisco Pla. El cierre de la discoteca es consecuencia de la falta de licencias de obra y apertura y será efectivo en tanto no sea adecuada la situación administrativa del local a lo exigido por las ordenanzas municipales.El concejal responsable de Urbanismo, Eduardo Mangada, hizo público ayer, durante la reunión de la Comisión Municipal Permanente, tal como había prometido una semana atrás, un informe sobre la situación en que se encuentra la discoteca Eslava-Joy.

Según explicó Mangada, en el mes de noviembre de 1979 se produce la primera denuncia de que se estaban ejecutando obras en el teatro Eslava sin contar con la preceptiva licencia para ello. Tras una primera orden de paralización en enero del año siguiente, se abrió un expediente sancionador, al que la propiedad del teatro presentó un pliego de descargos, considerado inválido por la Gerencia Municipal de Urbanismo.

Ilegalidad reconocida

De acuerdo con la explicación del concejal, el día 15 de julio de 1980, la propiedad reconoció la ilegalidad en que se encontraba, al pedir oficialmente la licencia de obra y solicitar la legalización de los trabajos realizados hasta ese momento. Según dijo Mangada, la condición que ahora impone la Gerencia para la solución del tema es que sea legalizada la obra ejecutada.Por su parte, Javier Angelina, concejal responsable de Obras, quien habría de otorgar, en su caso, la licencia de apertura, aseguró a la comisión que, si la propiedad adecúa la solicitud a la legalidad, «no habrá problemas para la apertura».

Un redactor de EL PAIS visitó la actual discoteca y pudo comprobar el respeto que las obras realizadas en el antiguo teatro han tenido para con el edificio y sus valores arquitectónicos y artísticos. Los propietarl os del local insistieron a este periódico en el respeto absoluto que se ha tenido hacia la construcción existente, que ha sido totalmente restaurada. «Es más válido», dijo uno de los dueños, «que el edificio sea utilizado como discoteca que no que esté cerrado y muerto, como hasta ahora».

Según la propiedad, no existe el cambio de uso que arguye el Ayuntamiento, ya que ni las ordenanzas municipales ni el plan especial contemplan como usos distintos el teatro y el baile. Por otra parte, aseguran que la licencia de apertura es algo que se transmite con el propio edificio y que no debe ser solicitada de nuevo.

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