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ETA Militar reivindica la muerte de un supuesto traficante de drogas de Tolosa

Un solo proyectil en la nuca, disparado en una zona deshabitada de Tolosa sobre la víctima, atada con cadenas, acabó en la madrugada de ayer con la vida de Juan Costas, que había sido secuestrado poco antes por cuatro individuos armados. La autoría del asesinato fue reivindicada más tarde por ETA Militar en llamada telefónica al diario guipuzcoano Egin.Sobre las dos de la madrugada, Juan Costas abandonó el bar Peopies, situado en el paseo de Velate, de Tolosa, en compañía de una amiga. Cuando se disponían a tomar el automóvil del primero, un Peugeot 404, matricula M-536.088, cuatro individuos se aproximaron a la pareja y les amenazaron con sus armas, obligándoles a subir al vehículo en su compañía. Después de circular unos kilómetros por la carretera N-I, Madrid-Irún, los secuestradores tomaron una desvíación, pasada la localidad de Alegría de Oria, para dirigirse al barrio tolosano de Aldaba, en el que sólo se encuentran algunos caseríos dispersos. Allí obligaron a la joven, María Lourdes Gabaráin, a introducirse en el maletero del vehículo, que cerraron con llave, mientras se llevaban a Juan Costas a unos doscientos metros de distancia.

Al parecer, los secuestradores, que actuaron a cara descubierta, sometieron a Costas a un interrogatorio, ya que entre la Ilegada al lugar y la detonación del disparo transcurrió bastante tiempo. La víctima había sido inmovilizada con una cadena cerrada con un candado. Terminada la conversación, los miembros del comando dieron muerte a Costas disparándole un balazo en la nuca.

Sobre las 2.45 horas, una persona se dirigió telefónicamente al diario Egin para señalar el punto exacto donde se encontraban el cadáver y el automóvil con la joven abandonada en el maletero. El anónimo comunicante aseguró hablar en nombre de ETA Militar. La policía encontró junto al cuerpo sin vida, que presentaba orificio de entrada de bala a la altura de la oreja izquierda, un casquillo de calibre 9 milímetros Parabellum, marca SF.

Juan Costas, de 34 años, estaba casado y tenía una hija, aunque, al parecer, se encontraba separado de su esposa. Albañil de profesión, hacía, sin embargo, una vida irregular. Era considerado en Tolosa consumidor habitual de drogas, de las conocidas como blandas, y no tenía ningún contacto con actividades políticas.

El atentado podría formar parte de la campaña de ETAm contra supuestos traficantes de drogas. La citada organización asesinó ya en los últimos meses a los propietarios de un bar de San Sebastián y un café de Rentería, a un abogado y a un camionero y contrabandista, estos dos también en la provincia de Guipúzcoa.

Para la preparación del atentado de ayer y la huida del comando fue utilizado un automóvil Citroén 2 CV, robado a punta de pistola.

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