_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Un poco de fiesta

TEMORES REALMENTE fundados, o rumores vertidos desde las cenagosas fuentes que se dedican en las últimas semanas a la guerra psicológica y de nervios contra la democracia, auguraban que el 25 de marzo iba a ser el miércoles negro de nuestro régimen constitucional. No sólo no se confirmaron esos presentimientos o bulos, sino que anteayer fue un día de fiesta y de relajamiento para esa amplísima parte de la sociedad española que siente afición por el fútbol.Durante la noche del miércoles, mientras la selección española de fútbol marcaba dos goles -conseguidos por dos jugadores vascos de la Real Sociedad- en el estadio de Wiembley, la catedral del fútbol, y lograba la victoria contra Inglaterra, la opinión pública conocía, con alborozo, la liberación del popular Quini, delantero centro del Barcelona, y la detención de sus secuestradores. Eran, probablemente, las dos únicas buenas noticias que una parte de la sociedad española recibía desde la mañana del 24 de febrero.

Ya sabemos, ya sabemos que, al fin y al cabo, el fútbol profesional es fundamentalmente un espectáculo y que los triunfos de las selecciones nacionales de fútbol no pueden ser extrapolados, más que a expensas del ridículo, a la condición de homéricas hazañas colectivas, al estilo de aquel directivo español que interpretó el gol de Zarra contra Inglaterra en Maracaná, en 1950, como una venganza histórica contra la pérfida Albión. Sin embargo, este país tiene tal necesidad de fiesta que, desde aquí, queremos levantar acta, aunque sólo sea como testimonio sociológico, de que gracias al fútbol muchos ciudadanos se fueron a la cama, precisamente en un día sobre el que habían llovido presagios luctuosos, alegres y felices, y algo sorprendidos y bastante satisfechos de que tres jugadores vascos -Arconada, Zamora y Satrústegui- hubieran contribuido de forma decisiva a la victoria de la selección española de fútbol en el viejo Wembley.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_