Un cuadro de Dalí presidió durante años las comidas de los presos de una cárcel de Nueva York

Durante los últimos dieciséis años, los reclusos de la prisión neoyorquina de Rikers Island han desayunado, almorzado y cenado bajo una pintura de Dalí, cuyo origen y valor han sido olvidados al efectuarse innumerables cambios de guardias y funcionarios de la cárcel.

La obra, una ínterpretación, de 1,50 por 1,25 centímetros, de la crucifixión, fue donada al complejo penitenciario de Rikers Island en 1965 por Salvador Dalí, de acuerdo con el resultado de las investigacíones de los directivos de la cárcel, que han interrogado al efecto a guardias y funcionarios que ya no pertenecen a la plantilla del centro.Hace dos semanas comenzaron los interrogatorios para determinar la procedencia y el valor del cuadro, después. de que un guardia de Rikers Island se pusiera en contacto con un marchante de arte de Manhattan. El experto autentificó el cuadro y determinó que, en efecto, era de Dalí y que podía tener un valor aproximado a los 75.000 dólares y que incluso podría alcanzar en el mercado los 100.000 dólares (en pesetas, entre seis y ocho millones).

Si la segunda comprobación del valor y de la procedencia de la obra, que deberá efectuarse la próxi,ma semana, confirma aquellas circunstancias, el Departamento Penitenciario de Nueva York trataría de ponerse en contacto con el artista, que vive en París, al parecer bastante enfermo, y le pediría permiso para vender la obra.

«Estamos escasos de dinero ahora y, si el señor Dalí está de acuerdo, a nosotros nos gustaría vender el cuadro y usar el dinero para poner en marcha un programa de enseñanza de las artes para los reclusos», ha dicho Edward Hershey, portavoz del Departamento Penitenciário de Nueva York.

Opinión del director del Museo de Nueva York

William Rubin, director del Departamento de Pintura y Escultura del Museo de Arte Moderno de Nueva York (de gran notoriedad en España, porque de él depende en buena parte el resultado dé las negociaciones sobre el traslado del Guernica), ha dicho que la crucifixión ha sido un tema frecuente en la obra de Dalí, sobre todo en los últimos tiempos. Pero, afirmó, ese tema no figuraba en las imágenes usadas por Dalí entre 1928 y 1934,La crucifixión, que ha figurado hasta ahora en el comedor de los presos de Rikers Island, está dominada por una gran mancha negra, que tiene como contrapunto una linea roja. La obra está firmada por Dalí y lleva esta inscripción: «Para el comedor de lo s prisioneros. Rikers Island».

Fue donada a la cárcel, según Hershey, después de que Dalí visitara Rikers y prometiera dar clases de arte a los presos. «Pero», añadió Hershey, «el artista nunca tuvo tiempo de dar esas lecciones, y por ello decidió regalar el cuadro».

Durante un tiempo se creyó que el cuadro era una copia propiedad de alguno de los reclusos.