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Reportaje:

La ciencia del tiempo, instrumento de desarrollo económico

Mañana se celebra, al igual que todos los años desde 1961, el Día Meteorológico Mundial (DMM). En este día, y siguiendo el espíritu de la Organización Meteorológica Mundial, se realizan emisiones especiales de radio y televisión, artículos en Prensa, conferencias y otros actos, con la finalidad de exaltar y divulgar las aplicaciones de la meteorología a los diferentes sectores de actividad económica en todo el mundo.

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En España, este año, diversos gobiernos civiles colaborarán en la celebración del DMM a escala provincial. En Madrid, el ministro de Transportes, Turismo y Comunicaciones, José Luis Alvarez, presidirá un acto que se desarrollará en el citado Ministerio, y en el que el jefe de la sección de meteorología agrícola y fenología del Instituto Nacional de Meteorología, Lorenzo García de Pedraza, pronunciará una conferencia sobre el tema La vigilancia meteorológica mundial, instrumento del desarrollo.El estudio científico de la atmósfera, objeto de la meteorología, es relativamente reciente. Fue a mediados del siglo XIX cuando se supo realmente que los movimientos de la atmósfera estaban organizados y que existían grandes sistemas meteorológicos cuyo desplazamiento y evolución condicionan el tiempo de cada lugar.

La investigación en meteorología ha dejado de ser realizada por científicos aislados, ya que el tiempo atmosférico no entiende de fronteras políticas, habiendo pasado a ser materia de amplia cooperación internacional. A partir de los años sesenta, las innovaciones tecnológicas, especialmente las representadas por los satélites y las computadoras utilizadas para la predicción numérica, impulsaron grandemente lo que puede ser considerado como la moderna meteorología.

Vigilancia Meteorológica Mundial

La Vigilancia Meteorológica Mundial es un programa de la OMM que tiene como objetivo primordial el obtener un conocimiento exhaustivo del estado de la atmósfera y transmitir rápidamente a todos los países miembros los datos básicos. Para ello, la VMM cuenta con tres sistemas mundiales coordinados e interdepend¡entes: el Sistema Mundial de Observación (SMO), el Sistema Mundial de Proceso de Datos (SMPD) y el Sistema Mundial de Telecomunicación (SMT).El primero de ellos es el encargado de suministrar la información bruta del estado del tiempo actual, y para ello cuenta, a nivel mundial, con unas 9.000 estaciones terrestres y 7.000 marítimas, de éstas la mayoría a bordo de buques mercantes. A este res de observación hay que añadir la realizada por satélites y las efectuadas directamente por unos 3.000 aviones en vuelo. También se reúnen los datos suministrados por estaciones automáticas terrestres, marítimas (boyas oceánicas fijas y a la deriva), y aéreas a bordo de globos que flotan libremente a una altitud prácticamente constante.

Mención especial merece el apartado de satélites meteorológicos. Después del primer Sputnik lanzado en 1957, y el primer Tiros, en abril de 1960, se han desarrollado dos tipos de satélites complementarios. Los de órbita polar giran en unos cien minutos a altitudes comprendidas entre 700 y 1.000 kilómetros. Dichos, satélites envían a la tierra una serie de imágenes instantáneas de la situación meteorológica de la zona sobrevolada que son recibidas de forma automática por sistema. Las especiales (APT). Los satélites geoestacionarios giran en órbita ecuatorial con la misma velocidad rotacional de la Tierra y ocupan, pues, la misma posición relativa respecto a un punto de aquélla. Se encuentran a unos 36.000 kilómetros de altura y vigilan permanentemente una vasta porción del globo, salvo las latitudes elevadas.

Los dos tipos de satélites abarcan, por tanto, toda la superficie terrestre, funcionando tanto de día como de noche, gracias a las imágenes obtenidas en el espectro infrarrojo. Las modernas series complementan informaciones en las bandas de ultravioleta y vapor de agua, suministrando valiosas informaciones científicas a los meteorólogos.

El Sistema Mundial de Proceso de Datos cuenta con tres centros mundiales (Melbourne, Moscú y Washington), que establecen varias veces al día análisis y predicciones para un hemisferio con las observaciones recibidas. Esta información sobre el tiempo actual y previsto se transmite a su vez a veinticinco centros regionales, que, a su vez, preparan análisis y predicciones más detallados para su región y lo difunden a los servicios meteorológicos nacionales interesados; éstos determinan los pronósticos en las diferentes áreas de su territorio.

Se estima en unos 2.000 el número de mapas diarios previstos que se confeccionan en el mundo gracias a la VMM. El Sistema Mundial de Proceso de Datos realiza además el archivo de datos con la ayuda básica de la informática. Dichos datos son muy útiles, fundamentalmente, para la investigación, en especial sobre el clima y sus fluctuaciones.

Por lo que respecta al Sistema Mundial de Telecomunicación (SMT), a través de sus circuitos, discurren las miriadas de datos meteorológicos por todo el planeta. Gran parte de esta red cuenta con líneas de gran velocidad (2.400 baudios), y algunas permiten un intercambio de información directa entre computadoras. Los diferentes equipos y procedimientos de transmisión se normalizan en colaboración con la Unión Internacional de Telecomunicaciones.

La VMM y el desarrollo

Los productos resultantes de la VMM, ya sean en bruto o elaborados (mapas previstos, etcétera) son de enorme utilidad social y económica en todos los países usuarios. Dentro de la organización meteorológica que posee cada país existen, en función de los datos básicos de la VMM, multitud de aplicaciones especiales. Una de ellas es la dedicada a la agricultura. La rentabilidad de esa aplicación, que puede alcanzar una proporción de 1 a 100, puede ser hasta diez veces superior en países eminentemente agrícolas como el nuestro. Durante la última década, la producción mundial de alimentos ha pasado por una sucesión de años con excedentes y déficit.Los pronósticos ajustados a las faenas agrícolas traerán consigo, por su parte, una forma de luchar contra las plagas mediante fumigaciones oportunas, elección de los períodos mejores para la siembra, administración de riegos en función de las características pluviométricas, etcétera.

Los recursos hídricos pueden verse mejorados también por la VMM. A título de ejemplo, las predicciones de precipitación mejoran las condiciones de explotación de las redes fluviales que comprenden presas, embalses y sistemas de riego. Un estudio recientemente realizado en Canadá indica que una mejora de sólo el 1% de la calidad de las predicciones de crecidas de primavera en el río Peace permite economizar anualmente un importe de¡ orden de un millón de dólares en la explotación de la central hidroeléctrica de Portage Mountain.

Actividades marítimas, aéreas, industriales, turísticas y un largo etcétera, son también beneficiarias directas de la VMM. Desde el punto de vista climatológico, las series estadísticas de la VMM desempeñarán también en el futuro una gran función en el establecimiento de instalaciones solares y eólicas, peto hace ya tiempo que los responsables del almacenamiento y de la distribución de energía utilizan las predicciones meteorológicas.

Por todo ello, los diferentes países que integran la OMM van teniendo cada año una idea más clara de las grandes ventajas que pueden desprenderse de la VMM y que podrían ser resumidas en tres vertientes: preparación y difusión de los datos del tiempo para aplicaciones de predicción y climatología, investigación pura y aplicada, e incluso estudios sobre la modificación artificial del tiempo.

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