_
_
_
_
_

Alta tensión en Líbano entre las fuerzas de la ONU y las tropas israelíes

Una gravísima tensión reina en el sur de Líbano entre las fuerzas de la ONU destacadas allí (Finul) y el Ejército israelí, que no abandonará a las milicias cristianas de Saad Jadad, a pesar de la expresa petición del comandante de dichas tropas internacionales, William Callaghan.«No permitiremos a los terroristas entrar en los enclaves cristianos ni aceptaremos ningún uItimátum», declaró el viceministro de Defensa de Israel, Mordejai Tzipori, después de la entrevista que mantuvieron ayer Callaghan y el comandante de las fuerzas israelíes del Norte, Avigdor Ben Gal.

Según informa la radio estatal, durante la entrevista de treinta minutos que ambos jefes mantuvieron en Nazareth, Callaghan solicitó que Israel se retire del sur de Líbano, que suspenda su ayuda al comandante Jadad y que las milicias cristianas evacuen las posiciones que ocupan.

Un comunicado del Ejército israelí afirma que durante la entrevista, descrita como «tensa y fría».

El comunicado acusa al comandante de las Finul de haber sido «manifestamente antipático respecto a Israel» y destaca que el comandante Callaghan desea la retirada de las tropas de Jadad de cuatro posiciones en el área, que son «las rutas principales» usadas por la OLP en sus ataques a Israel.

Por su parte, el portavoz de las Finul se declaró anoche «totalmente sorprendido» por las afirmaciones contenidas en el comunicado. «La entrevista no fue de ninguna manera tensa, y Callaghan no exigió la retirada de Israel del enclave cristiano», dijo.

El portavoz negó, asimismo, que las rutas que Callaghan pidió que sean evacuadas son las que usan los terroristas. «La libertad de movimientos es muy importante para los observadores del Finul y para enviar suministros», subrayó.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La situación se agravó el pasado lunes, cuando las milicias cristianas del comandante del Líbano libre, Saad Jadad, lanzaron un ataque de artillería contra la localidad de Kantara (a un kilómetro y medio de sus enclaves), donde se encontraban apostados soldados libaneses.

En el ataque perdieron la, vida tres soldados nigerianos de las fuerzas internacionales, y otros veinte resultaron heridos.

«Las Finul reaccionarán frente a cualquier nuevo ataque, y no se dejarán intimidar más», declaró el comandante Callaghan después del ataque de Jadad.

Observadores israelíes señalaron ayer que es imprevisible el giro que puedan tomar los acontecimientos en el sur de Líbano, pero añadió que, de no aliviarse la tensión entre las Finul, el Ejército israelí «tendremos un verano muy caliente».

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_