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ASTURIAS

Tensiones entre los médicos por el ejercicio de la medicina privada en el Hospital General

El ejercicio de la medicina privada en el Hospital General de Asturias, dependiente de la Diputación Provincial, con las consiguientes diferencias de ingresos económicos respecto de los médicos de la residencia sanitaria de Oviedo de la Seguridad Social, y la falta de una decisión política de fusionar ambos centros regionales, situados en la zona alta de Oviedo, a escasos metros de distancia, para conseguir una dirección y un funcionamiento comunes, aparecen como telón de fondo de la vieja rivalidad entre las dos instituciones.

Esta rivalidad se ha visto agravada con la pugna abierta por la reclamación de la residencia sanitaria de una sección de cirugía torácica, a la que se opone el Hospital General, que tiene cirugía cardio-torácica, invocando la duplicidad de servicios.El pleno del Consejo Regional de Asturias eludió la. semana pasada el debate sobre este tema, para evitar conflictos con el personal de los centros. El PCE, que presidie el órgano de gestión del que depende el Hospital General, y que cuenta en él con una importante fuerza a través de Comisiones Obreras, remitió el tema de la cirugía torácica a una comisión que, según su propuesta, debe ser creada al efecto. Javier Vidal, consejero regional de Sanidad y portavoz ocasional de UCD, defendió la creación de dicha sección en la residencia sanitaria, pero pronto comprendió que no contaba con el respaldo de compañeros suyos de partidos, como el presidente de la Diputación, Agustín Antuna, quien pretendía dar una explicación personal de su voto con el que intenta ya defender los intereses del Hospital General de Asturias.

Por su parte, Pablo Díaz Matos, delegado territorial del Ministerio de Sanidad, criticó la ambigüedad y ambivalencia de los partidos representados en el Consejo Regional, y defendió de forma radical la creación de la sección de cirugía torácica en la residencia sanitaria, «porque», dijo, «para Asturias es mejor la existencia de dos servicios de cirugía torácica que la de uno sólo, y porque estamos decididos a defender los intereses asturianos y no los de un centro particular -clara alusión al Hospital General-, por muy respetable que éstos sean. Con actitudes diferentes a ésta y con tantas dudas conseguiremos que el servicio se cree, pero en el País Vasco o Cataluña».

Díaz Matos añadió que el tema del ejercicio de la medicina privada en el Hospital General de Asturias deberá ser tratado con seriedad por el organismo preautonómico, y se mostró contrario a introducir esta práctica en los centros hospitalarios de la Seguridad Social.

Causas del enfrentamiento

Las argumentaciones de los dos centros eluden las diferencias económicas y los prurítos personales, principales causas de su enfrentamiento. La junta facultativa de la residencia sanitaria de Oviedo envió un escrito al consejero regional de Sanidad en el que afirma que Asturias es una de las regiones de mayor estadística de accidentes traumáticos, de los cuales el 15% tienen implicaciones torácicas severas que exigen una actuación inmediata. «La necesidad de trasladarlos a otros centros pone en grave peligro su vida». Por otra parte, los estándares intemacionales y nacionales se inclinan por un servicio de cirugía torácica por cada 50.000 habitantes, lo que pone de manifiesto la necesidad de crear uno en la residencia sanitaria, además del existente en el Hospítal General.El director del servicio de cirugía cardio-torácica del Hospital General de Asturias alega; en un informe confidencial: «Si se pretende duplicar servicios quirúrgicos, con criterios que respetamos, aunque no compartimos, ¿por qué no se usan esos mismos criterios cuando se trata de cardiología clínica? Nos referimos a la postura adoptada por el servicio de cardiología de la ciudad sanitaria de Oviedo, bloqueando el servicio de cardiología del Hospital General de Asturias, en un intento de exclusivizar toda la cardiología moderna de la provincia. ( ... )»

«Desde entonces -enero, de 1979- existen serias dificultadés administrativas por parte de la Seguridad Social para íngresos en el servicio de cardiología del Hospital General de Asturias, por presiones cuya procedencia no nos parece dudosa».

El Hospital General de Asturias y el Psiquiátrico constituyen una sangría permanente para la Diputación Provincial, de la que sustraen un 33 % de su presupuesto ordinario. Por este motivo, la Diputación se encuentra imposibilitada para abordar los graves problemas de infraestructura de la provincia y limita su función a un papel asístencial que hoy cubre, en gran medida, laseguridad Social, con la pretensión de mantener el prestigio del Hospital General, que llegó a ser un centro modélico en España.

Recientemente, la Diputación tomó el acuerdo de solicitar que el Hospital General de Asturias pasara a depender del Ministerio de Sanidad, pero cuando el delegado territorial de dicho Ministerio interrogó al presidente de la Diputación, Agustin Antuna, de UCD, sobre el alcance del acuerdo, éste vino a responder: «Que lo pague el Estado para administrarlo nosotros».

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