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Walter Cronkite, el periodista de TV más famoso de América, se jubila

El periodista de televisión Walter Cronkite, de 65 años de edad, uno de los hombres más populares e influyentes de Estados Unidos, se retiró de la presentación del telediario de la noche de la cadena CBS, después de diecinueve años ininterrumpidos de explicar al país el resumen de las noticias del día.

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El tío Walter, así llamado popularmente, se va con la «reputación intacta» y con la aureola de ser el hombre que más confianza ha inspirado entre los ciudadanos norteamericanos. A partir del lunes le sustituirá el brillante, pero un poco frío, Dan Rather, el personaje mejor pagado de toda la historia de la televisión en Estados Unidos, con un contrato por cinco años de ocho millones de dólares (casi setecientos millones de pesetas).La retirada de Walter Cronkite, acontecimiento de primera magnitud en Estados Unidos, abre también una guerra entre las tres grandes cadenas de televisión norteamericanas. Cada una espera captar el liderazgo, mantenido por Cronkite durante casi veinte años, en el nivel de audiencia del telediario de las siete de la tarde, que mantiene, casi siempre, al telespectador en la misma cadena durante la programación de noche.

CBS, con Cronkite, obtiene el 27% de audiencia, seguida de NBC, con el 23%; pisada de cerca por ABC, con el 22%. Casi sesenta millones de telespectadores ven los telediarios de la noche.

La historia de Cronkite es un poco la historia de la televisión en Estados Unidos.

Nacido en Kansas, Cronkite nunca perdió el sentido del interés que tiene el americano medio. Comenzó su carrera en un diario local de Houston (Texas), pasó a la agencia United Press, fue corresponsal de guerra en Europa, y, a través de la radio, pasó a la televisión en la CBS, convirtiéndose en un personaje insustituible.

Anunció al país los ase4inatos de John Kennedy y de Martin Luther King, la llegada del hombre a la Luna, el fin de la guerra de Vietnam y la dimisión de Richard Nixon. Entrevistó desde la época de Harry S. Truman (1948) a todos los presidentes norteamericanos, cerrando la serie, desde el telediario con una hora de conversación el pasado martes con el presidente Ronald Reagan.

Buenas o malas, Cronkite presentaba siempre las noticias con un aire paternal, concluyendo con su típico «y así son las cosas, en este 6 de marzo de 1981», último día de su popular telediario en la CBS.

Sin editorializar, Cronkite no evitó intervenir en momentos históricos para Estados Unidos o el mundo. «No debemos negociar como vencedores, sino como honestos ciudadanos», anunció en plena guerra de Vietnam, inclinándose del lado de los adversarios a la contienda. «Si he perdido a Cronkite, he perdido la clase media norteamericana», dijo el presidente Lyndon B. Johnson. Colaboró a través de entrevistas en directo a la paz árabe-israelí, arreglando, a través de la pequeña pantalla, la visita del presidente Anuar el Sadat a Jerusalén, en un alarde de «diplomacia televisiva».

Su último telediario

En media hora, como cada día, el último telediario de Cronkite, el pasado viernes, presentó a unos veinte millones de telespectadores un resumen de la conferencia de Prensa del presidente Reagan, noticias laborales y económicas, la venta de aviones F-15 a Arabia Saudí, la situación en El Salvador, la desaparición de otro niño negro en Atlanta, la posible ejecución, el lunes, en la silla eléctrica de un condenado, así como la rehabilitación de un negro que purgó injustamente nueve años de cárcel por un crimen que nunca cometió, el problema de las hormonas sintéticas, la condena de la ON U a África del Sur, la polémica en torno a si Africa del Sur tiene o no la bomba atómica, la situación en Polonia, el secuestro de un avión en Afganistán y el problema de vuelo de la nave espacial Columbia.

La mayoría de noticias con reportajes en directo, imágenes y testimonios de los protagonistas, todo ello intercalado con cuatro interrupciones para anuncios. Media hora en total.

Walter Cronkite, agradeció el trabajo de todo el equipo, deseó suerte a su sucesor, Rather, y recordó que volverá con ocasión de programas especiales, el primero con una serie de cinco horas sobre las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Soviética, para continuar en verano con un serial sobre el espacio, bajó el lema de Universo. Cronkite no se va. Pasa a la historia de Norteamérica.

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