Frenazo a la entrada de Portugal en el Mercado Común

Una alta personalidad política portuguesa, Diego Freitas do Amaral, elegido esta semana presidente de la Unión de las Democracias Cristianas Europeas (UEDC), admitió ayer públicamente la existencia de un importante retraso en el proceso de adhesión de su país a la Comunidad Económica Europea (CEE), inicialmente prevista para primeros de enero de 1983.Freitas do Amaral reconoció que es competencia de la CEE el decidir si está en condiciones de recibir a Portugal como miembro, teniendo en cuenta sus dificultades internas, en lo que se considera el primer reconocimiento oficial de la existencia de dificultades en el proceso negociador.

El político portugués calificó de grave la crisis por la que atraviesa el Mercado Común, pero recalcó que «no significa, ni mucho menos, el comienzo del fin para la Europa de los diez. No podemos admitir», añadió, «que los adversarios de la Comunidad y los eternos pesimistas transformen una cuestión de terapéutica en un problema de eutanasia».

Freitas do Amaral comentó su elección como presidente de la UEDC como un reconocimiento del papel que desempeñan los democristianos portugueses en la consolidación de la democracia en esta zona de Europa, y negó que conlleve un alejamiento, aunque sólo sea provisional, de su actividad política interna en Portugal.

El parlamentario portugués fue elegido presidente de la Democracia Cristiana europea por unanimidad de los dieciséis partidos miembros de la UEDC. De hecho, su nombramiento parece representar una solución de compromiso entre los llamados progresistas (italianos, holandeses y belgas) y los democristianos conservadores de Austria y la República Federal de Alemania. Freitas do Amaral ha fijado como objetivo de su mandato reforzar el papel de la Unión en la política mundial, siguiendo el ejemplo de la Internacional Socialista.