Consumada la escisión del Partido Laborista británico

Los doce diputados británicos que ya se habían sumado al consejo de la Social Democracia decidieron ayer, romper formalmente con el Partido Laborista, convirtiéndose así en el tercer grupo numéricamente más importante de la Cámara de los Comunes. Por su parte, Shirley Williams decidió también ayer salirse del Partido Laborista, al que Roy Jenkins no había renovado su pertenencia. Antes de pascuas, lanzarán un nuevo partido político.La ruptura de los socialdemócratas con el laborismo es, pues, final e irrevocable. En una declaración leída ayer en los Comunes, la banda de los cuatro anunció esta decisión, señalando que habían recibido más de 25.000 mensajes de apoyo, decidiéndose así a lanzar el nuevo partido.

Ahora se enfrentan, pues, con la inmensa tarea de organizar este partido sobre una base nacional y establecer una alianza con los liberales de cara a las próximas elecciones, para, como declararon en una conferencia de Prensa en los Comunes David Owen y William Rodgers, cambiar la faz de la política británica.

Queda ahora el problema de constituirse en un grupo parlamentarlo minoritario para poder así participar en debates y estar representados en las comisiones, pero a este paso se va a oponer, sin duda, Michael Foot, ya que los doce diputados en cuestión fueron elegidos como laboristas, y no como socialdemócratas. Se espera que Owen, a la cabeza de la táctica parlamentaria del nuevo grupo, entable pronto negociaciones con el líder liberal David Steel para una cooperación conjunta en el Parlamento.

Por su parte, el portavoz laborista para asuntos económicos, Peter Shore, acusó al comité ejecutivo nacional de su partido de no haber comprendido los problemas a los que se enfrenta el laborismo. Sembrando la confusión, Shore se unió recientemente al grupo Solidaridad, formado por 150 diputados del centro del partido que quieren volver a forzar una unidad en el laborismo. Con la decisión de los socialdemócratas, el Partido Laborista ve pasar de 267 a 255 su número de escaños, frente a 339 para los conservadores, once para los liberales y diecisiete para otros grupos minoritarios. Se espera también que unos diez lores se pasen a los socialdemócratas.