Rosón: "La policía consideró excesivas las decisiones judiciales sobre el «caso Arregui»"

El ministro del Interior, Juan José Rosón, dijo ayer, en el curso de un encuentro informativo con mujeres periodistas, sobre la dimisión del mando policial, que «la policía, más en la base que en los mandos, interpretó que era excesiva la decisión judicial de prisión incondicional para los funcionarios inculpados por la muerte de Arregui», y añadió que «se les había tratado peor que a terroristas, a causa del eco social de la noticia. Las dimisiones se han parado por la vía de la convicción y de la apelación a sus responsabilidades.

Según informa Efe, Juan José Rosón comenzó diciendo que «la defensa de los derechos humanos está por encima de toda circunstancia. El hombre está por encima del Estado. La muerte violenta de un ser humano es siempre un fracaso de la sociedad», y agregó: «Yo creo que la policía no le mató (refiriéndose a José ignacio Arregui). No tengo ningún juicio para pensar que se trata de una maniobra de un grupo determinado. La muerte de arregui ha llegado en un mal momento para el País Vasco».El ministro del Interior indicó a continuación que el Gobierno en funciones no tiene responsabilidades políticas en el caso, de las que también salvó a la policía. «Siempre es posible que exista un fallo en la actuación de un funcionario, porque no hay posibilidad de controlar cada acto de éste. Si se ha incumplido la ley, hay que pasarlo al poder judicial».

Precisó que la institución policial no le había fallado en ningún momento como ministro del Interior, y se remitió a la lucha antiterrorista, señalando que «requiere firmeza y principios éticos. Eso es lo que tiene que hacer un Gobierno que tiene que estar en ese punto por encima de partidismos, porque es un problema de Estado».

Mala planificación

En opinión de Rosón, la lucha antiterrorista se concibió mal en sus comienzos. «Uno, de los fallos profundos ha sido contrarrestar ideológicamente la acción revolucionaria de las dos ramas de ETA. Hay que olvidarse de que nada vale hacer presos si no se les recupera para la sociedad: a los presos etarras no hay que aislarlos, sino convencerles de que tienen que abandonar la violencia y defender sus ideas en el campo político».