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La CEE otorga a Española, 142 licencias pesqueras para faenar en sus aguas durante 1981

Soledad Gallego-Díaz

España y la Comisión Europea llegaron ayer a un acuerdo sobre el número de licencias y de capturas que podrán realizar los pesqueros españoles en aguas de los diez durante el presente año. El acuerdo, que fija 142 licencias y 10.500 toneladas para la pesca de altura y una ligera mejora en la pesca de bajura, no será, sin embargo, válido hasta que reciba el «visto bueno» del Comité de Representantes Permanentes (Correper), que se reúne hoy en Bruselas. Aunque, según tanto de fuentes españolas como de la Comisión, el acuerdo debería «pasar» sin problemas, no cabe excluir completamente que sufra un retraso, como consecuencia de la posición británica de bloquear los acuerdos con terceros países mientras que no exista un acuerdo interno de la CEE sobre su propio régimen de pesca. «No se puede excluir esta posibilidad», manifestó a EL PAIS él director de Pesca de la Comisión, Raymond Simonet, «aunque me sorprenderla mucho, que se pongan reparos en este último procedimiento».

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Las negociaciones para la renovación del acuerdo de pesca hispano-comunitario han estado rodeadas este año de una gran tensión. Los pesqueros españoles permanecen amarrados en sus puertos desde el pasado primero de febrero y, en el mejor de los casos, aún pasarán varios días antes de que puedan retornar a sus caladeros tradicionales en aguas comunitarias.El acuerdo al que se ha llegado después de casi cuatro meses de conversaciones supone veintiséis licencias y 1.300 toneladas de merluza menos que en 1980, pero es, en todo caso, satisfactorio e incluso «muy satisfactorio», en opinión del subsecretario de Pesca, Miguel Aldasoro, que ha presidido, junto con el embajador ante la CEE, Raimundo Bassols, la delegación negociadora española.

«Hemos cubierto un largo y difícil camino», explicó Bassols, «y hemos conseguido que la Comunidad pasara de su oferta inicial de setenta licencias y 7.000 toneladas a la actual ». En opinión de los negociadores españoles, la estrategia seguida se ha demostrado como la más indicada. «El acuerdo se ha logrado », prosiguió el jefe de la misión española ante la CEE, «en un momento especialmente complicado, en el que existen serias dificultades internas entre los diez».

Tanto Aldasoro como Bassols no mostraron ninguna preocupación ante la posibilidad de que el acuerdo con la Comisión pudiera quedar bloqueado a otros niveles. «Tenemos garantías de que, contra lo que puede suceder con los acuerdos de Canadá y de las islas Feroe, el nuestro tendrá el visto bueno ».

Los negociadores españoles volvieron a insistir ayer en la necesidad de encuadrar la negociación pesquera anual en un contexto más amplio para evitar «las angustias». «Queremos», dijo Bassols, «acuerdos que nos garanticen una situación estable hasta la adhesión. Queremos conocer el puerto al que tenemos que llegar con la reestructuración de nuestra flota».

El subsecretario de Pesca negó que la CEE haya dicho formalmente nunca que la flota española debería reducirse al menos hasta la mitad antes de entrar en el Mercado Común Europeo, y señaló que la Administración española está dispuesta a reestructurar «ya» la flota, pero que ha querido conocer antes cuáles eran las directrices de la CEE

Interrogado sobre por qué se presentaba este acuerdo como «satisfactorio» si durante las negociaciones España ha afirmado repetidamente que se encontraba ya «bajo mínimos», Aldasoro señaló que en una negociación no se puede «descubrir las cartas». Reconoció, sin embargo, que con una flota censada de 412 barcos de arrastre, las 142 licencias eran insuficientes. «Por eso queremos la reestructuración », añadió. En cuanto a la exigencia comunitaria de que el Gobierno español cumpla inmediatamente todos los trámites para la ratificación del acuerdo-marco suscrito con la CEE el pasado 1978, el embajador Bassols afirmó que el acuerdo se encontraba en la secretaría del Congreso desde el pasado mes de abril, «pero ya saben ustedes que los trámites parlamentarios son largos». «Reconocerán ustedes», puntualizó Aldasoro, «que el Parlamento ha tenido cosas más urgentes de las que ocuparse».

Por otra parte, en Lisboa continuaban ayer las negociaciones pesqueras con aquel país en un clima de pesimismo y con escasos avances. Fuentes de la delegación negociadora española insinuaron ayer que el acuerdo con Portugal todavía tardaría unas fechas en materializarse.

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