Atraco de millón y medio de pesetas a una sucursal de la Caja de Ahorros

Un millón y medio de pesetas es el botín logrado ayer por la mañana por dos atracadores que, sobre las diez y cuarto, penetraron en la sucursal que la Caja de Ahorros de Madrid tiene en el número 20 de la calle de las Cuevas de Almanzora, en el barrio del Apóstol Santiago, en el distrito de Hortaleza.A la hora señalada, dos hombres con la cara descubierta y armados con una escopeta de cañones recortados, irrumpieron en la citada sucursal y, tras amenazar a los clientes y empleados que en ese momento se encontraban en su interior, lograron apoderarse del dinero disponible en caja. Una vez conseguido su propósito, huyeron a bordo de una motocicleta que estaba aparcada en el exterior.

EL PAIS intentó obtener una mayor información sobre el hecho. Para ello se puso en contacto con el director de la sucursal asaltada, quien se negó a ofrecer ninguna explicación del caso, alegando que «a EL PAIS le tengo mucha manía. Si se tratara deotro periódico, le daría toda la información, pero a ustedes, no». Los intentos por conseguir esa información del servicio de seguridad de la Caja de Ahorros chocaron con la ausencia del jefe del mismo y la imposibilidad burocrática por parte de sus subordinados para facilitarla.

Apuñalado en el corazón por unos desconocidos

Un hombre de 54 años de edad fue apuñalado en el corazón por unos desconocidos cuando, en compañía de su mujer, estaba aparcando el coche de su propíedad frente a la clínica Los Nardos, junto a la calle de Santiago Rusiñol. Su pronóstico es grave.Los hechos se desarrollaron poco antes de las nueve y media de la noche del domingo pasado. A esa hora, el señor Pérez y su mujer se dirigían a la clínica Los Nardos con intención de visitar a un familiar internado en ella. Cuando estaba cerrando la puerta de su coche, un Ford Granada, un grupo de cinco o seis jóvenes se acercó al matrimonio en actitud agresiva, según declararon posteriormente.

Ante su presencia, la mujer salió huyendo en dirección a la clínica, en tanto que su marido recibía una puñalada por parte de uno de los jóvenes. La mujer llegó a la clínica pidiendo socorro y, poco después, lo hacía su marido, quien sangraba abundantemente por el pecho.