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Los trabajadores de Gas Madrid intentan reanudar las conversaciones con la empresa

La huelga de los trabajadores de Gas Madrld, iniciada el pasado lunes, tampoco afectó ayer a los 350.000 usuarios de gas ciudad, al no poderse bajar la producción y encontrar numerosos obstáculos para reducir la presión del gas que llega a las casas. El comité de huelga -que ha reconocido la escasa incidencia de la huelga-, ante la difícil salida en que ha desembocado el conflicto, acordó ayer denunciar en la Delegación de Trabajo la postura de la empresa que, según los trabajadores, está impidiendo la disminución del suministro a los usuarios; asimismo se intentó reanudar las negociaciones con el fin de lograr un acuerdo que termine con una huelga, hasta ahora, apenas sentida por los madrileños.La dirección de la empresa Gas Madrid hizo público en la tarde del martes un comunicado en el que recordaba a los trabajadores que los mandos naturales son los únicos preparados para decidir regulaciones de presión y otras tareas similares. En el comunicado se advierte que cualquier actitud contraria de los trabajadores les haría responsables de las posibles consecuencias. Este comunicado fue denunciado ayer en la Delegación de Trabajo como una de las medidas de obstrucción de la empresa, ya que, según el comité, en caso de aceptar estas directrices es prácticamente imposible desarrollar su derecho de huelga.

Falta de coordinación

Otro de los problemas con los que se ha encontrado el comité de huelga ha sido la falta de coordinación entre los trabajadores de producción y el de las subestaciones de distribución del combustible. Hasta la tarde del martes, estos últimos no comenzaron a regular la presión del gas que pasa por las subestaciones antes de llegar a las casas.En la mañana de ayer, una de las dos cuadrillas que se ocupan de la regulación de subestaciones fue llamada por la dirección, por lo que no pudo dedicarse a este objetivo; por la tarde, y ante la baja producción, incapaz de mantener la presión mínima necesaria, fue la empresa la que aconsejó aplicar un sistema técnico de regulación en la mayoría de las subestaciones de la compañía con el fin de restringir el consumo.

La reducción de la presión, sin embargo, fue mínima -un 25% aproximadamente-, por lo que sólo en las zonas más bajas y extremas se notó una menor fuerza en la llama de las cocinas, calentadores o calefacciones, sobre todo a partir de las diez de la noche.

Durante la tarde de ayer, los miembros del comité de huelga manifestaron su intención de reanudar las negociaciones lo más pronto posible, con objeto de acercar las posturas sobre alguno de los puntos en discusión.

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